Como parte de la gran ola de protestas realizadas en varios museos de Europa, ahora dos activistas ambientales acudieron al Museo del Prado en Madrid a pegar sus manos sobre dos cuadros del artista Francisco Goya.
Se reportó que las obras no sufrieron daños, sin embargo, entre la pared que separa ambas pinturas los activistas escribieron “+1.5•C“, haciendo referencia al objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento a dicha cantidad por encima de los niveles preindustriales.
El organismo al que pertenecen “Extinction Rebellion“, explicó en un comunicado que el hecho tenía el objetivo de alzar la voz ante el aumento de las temperaturas mundiales que “provocarán un clima inestable con graves consecuencias para todo el planeta“.
La policía reportó la detención de ambos participantes.
Esta serie de percances han ocurrido desde el mes de octubre, cuando activistas lanzaron sopa de tomate a una obra de Vincent van Gogh en la Galería Nacional de Londres; desde ese preámbulo, ha sido un acto que se ha replicado en varios museos del continente europeo.