El pleno del Senado de la República aprobó en lo general la desaparición de 109 fideicomisos y fondos públicos, cuyos recursos ahora serán administrado directamente por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La minuta de la reforma a diversas leyes presentada por Morena fue aprobada en lo general con 65 votos a favor, 51 en contra y 2 abstenciones.
Con la aprobación en lo general, se dio inicio a la discusión de las más de 500 reservas a la reforma, donde se incluyen cambios a las leyes de Cinematografía; de Víctimas; de Ciencia y Tecnología; de la Cultura Física y Deporte; para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas; y del Fondo de Nacional Financiera, entre otras.
Cabe señalar que la sesión se tuvo que llevar a cabo en la antigua sede del Senado, ubicada en la casona de Xicoténcatl de la calle de Donceles, debido a que el actual edificio de la cámara alta estuvo bloqueado durante varios días por manifestantes que se oponen a la desaparición e los fideicomisos.
Durante la discusión, el senador por Morena, Alejandro Armenta, pidió a los partidos de oposición no confundir a la opinión pública señalando que la eliminación de los fideicomisos significará el fin de los apoyos a ciencia, tecnología, artes y deportes, así como a víctimas de la violencia.
Lo que se termina con la aprobación de la ley, señaló el también presidente de la Comisión de Hacienda y crédito Público del Senado, es “el arte de desaparecer el dinero público”, creado en sexenios pasados, recalcó.
“Los fideicomisos significaron un saqueo por 3.8 billones de pesos; hoy concluye esa fase de saqueo el país”, declaró Armenta.
Por su parte, el senador independiente, Emilio Álvarez Icaza, señaló que los legisladores de la llamada cuatro transformación han traicionado al pueblo de México con la extinción de los fideicomisos al dejar en el desamparo a defensores de derechos humanos y periodistas.
Álvarez Icaza señaló que debería ser motivo de vergüenza una reforma “regresiva” y “restrictiva” como la presentada por un gobierno “que se dice de izquierda” pero tiene que sesionar en una sede alterna por el descontento social.
“Es una vergüenza y una derrota ética y política que la mayoría legislativa se empeñe en legislar la extinción de los fideicomisos”.