La directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y directora regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Clarissa Etienne, advirtió que México, junto con Estados Unidos, Brasil, Colombia, Perú y Argentina, siguen dentro de los 10 países más afectados a nivel mundial por la pandemia de COVID-19.
“Ya nos hemos acostumbrado al impacto de esta pandemia y las cifras notificadas semanas tras semanas pueden de hecho insensibilizarnos, peor no podemos permanecer en situación pasiva”, señaló Etienne.
Por otro lado, dijo que en los últimos seis meses, se duplicaron las muertes por COVID-19 en América y, la cantidad de infecciones nuevas ha superado más de dos veces la cifra, sin embargo, los países en la región gradualmente han relajado las restricciones y han reanudado el comercio y algunos incluso se están preparando para volver a las escuelas.
“Al 24 de agosto hubo más de 12 millones y medio de casos y prácticamente 450 mil muertes debido a la COVID-19 en las Américas, Estados Unidos de América, Brasil, Colombia, Perú, Argentina y México siguen siendo entre los 10 países más afectados a nivel mundial”.
“La tendencia de los datos en esa dirección en general indica una necesidad urgente de implementar medidas de salud pública para desacelerar la propagación, como distanciamiento social confinamiento y los límites a las reuniones sociales. Pero durante este mismo periodo ocurrió exactamente lo opuesto. Esto pareciera ser una desconexión real entre las normas que se están poniendo en práctica, y lo que no dice la curva epidemiológica. No es una buena indicación. Desear que desaparezca el virus no es suficiente solamente llevará a un mayor número de casos como hemos visto en las últimas seis semanas”, indicó.
En la sesión informativa sobre la evolución de la situación de COVID-19 en la región de las Américas, Etienne alertó sobre la preocupación de la incidencia desproporcionada en jóvenes.
“Los datos muestran un patrón similar en todas las Américas; la gran mayoría de casos notificados son entre personas de 20 a 59 años. El 70 por ciento de muertes son en individuos mayores de 60 años, eso significa que las personas más jóvenes están determinando principalmente la propagación de la enfermedad en la región. Muchos jóvenes que adquieren el virus quizá no se enfermen ni necesiten de una cama en una unidad de terapia intensiva, pero lo pueden propagar a otros que sí lo necesitaran”.