Hace unos días, asistí a la conferencia impartida por el dirigente nacional del Partido de la Revolución Democrática, Agustín Basave. A lo largo de esta nos platicó sobre un México con cáncer, el cual lo van consumiendo dos tumores: corrupción y desigualdad.
Las personas actuamos de manera racional y nos vamos por lo menos complicado, es aquí donde la corrupción toma su mejor papel, actuando como una cuestión de racionalidad e incentivos. Poniendo como ejemplo que alguna autoridad dijo: “La corrupción ya es parte de nuestra cultura”. En otras palabras “así seguiremos, así que acostúmbrense”. La corrupción no es parte de una cultura, sino que actuamos de acuerdo a la situación que se nos presenta. Además, hace una critica a nuestro sistema legislativo, que esta lejos de la realidad, es decir, que las leyes no se apegan a la realidad que el país vive o viceversa. Los mexicanos vemos la Constitución como un proyecto de nación, parte de nuestra historia, el cual aspiramos a llegar ser como este.
Estos dos tumores cancerosos, según Basave, seguirán expandiéndose si el ciudadano no hace nada por detener esta enfermedad. Es aquí donde abro la invitación a ser el ciudadano que conozca la Constitución, vele por sus derechos y tenga voz para ejercerlos.
Algo muy interesante que comenta, es que la corrupción no se desarrolla si el mismo ciudadano no lo permite, es decir, que si el mexicano no sale y ejerce sus derechos y obligaciones dictados por la ley, seguirá la corrupción por parte del gobierno, los malos manejos administrativos de este, en los partidos políticos, entre otros. A lo largo de la platica realizó un comentario el cual muchos políticos no dirían: “En mi partido si hay corrupción…pero ustedes dejan que pase” —dijo. Desde mi punto de vista, tiene razón, los mexicanos sabemos que existe un mal manejo de recursos dentro de las autoridades, pero no se toma la debida importancia de realizar algo para pararla, sino que solo se escuchan comentarios críticos sin acciones. Necesitamos empezar a ejercer lo que dicta la Constitución, y para ello hay que conocerla. La Constitución es fundamental para toda persona, porque es ahí donde esta escrito lo que somos como mexicanos y la parte que nos toca realizar, para hacer de este país uno mejor.
El otro tumor canceroso que poco a poco consume al país: la desigualdad. Desgraciadamente, la brecha entre ricos y pobres es muy amplia, sin embargo no es el único problema que contribuye a este. Existe una ineficiencia en el manejo de impuestos y recursos por parte de las autoridades, donde no todos estos llegan a su destino, sino que solo se quedan en manos de unos cuantos. Y esto nos pone a pensar, que la desigualdad actúa de acuerdo a como la manejamos.
Necesitamos empezar a ejercer lo que dicta la Constitución, y para ello hay que conocerla. La Constitución es fundamental para toda persona, porque es ahí donde esta escrito lo que somos como mexicanos y la parte que nos toca realizar, para hacer de este país uno mejor.
Estos dos tumores cancerosos, según Basave, seguirán expandiéndose si el ciudadano no hace nada por detener esta enfermedad. Es aquí donde abro la invitación a ser el ciudadano que conozca la Constitución, vele por sus derechos y tenga voz para ejercerlos. Basta a estas enfermedades que solo alimentan a una elite política, que se olvidan que hay todo un país detrás lleno de sufrimiento a causa de las decisiones que solo esta toma. No actuemos como nuestras autoridades, asumamos nuestras responsabilidades ante cualquier error que se cometa, dejando de ir por el camino sin complicaciones. Es necesaria tu participación como ciudadano, que esta enfermedad no consuma al país como lo ha estado haciendo durante años; creamos que nosotros somos el cambio, pero el cambio que no solo opina sino actúa. Finalmente, estos dos tumores se ven reflejados en la sociedad, entonces: ¿Tú que harás para detenerlos?
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