El COVID-19 sigue propagándose a gran velocidad por el continente africano, que ya cuenta con más de 5,000 casos y 170 muertes.
El primer contagio en el continente fue registrado el pasado 14 de febrero (un ciudadano chino en Egipto), hoy en día ya se registran 5.160 contagios y 171 fallecimientos, según el recuento de Efe a partir de los comunicados de los gobiernos y los datos de la Universidad John Hopkins (EEUU).
Hasta el momento, sólo siete países africanos, siguen sin anunciar contagios de coronavirus: Burundi, Comoras, Lesoto, Malaui, Santo Tomé y Príncipe, Sierra Leona y Sudán del Sur.
La mayoría de los países de este continente se han adelantado al aplicar duras medidas para contener la propagación del coronavirus, debido a la vulnerabilidad de sus sistemas de salud.
Sudáfrica o Ruanda han decretado el confinamiento total de la población, al tiempo que Nigeria o República Democrática del Congo (RDC), han ordenado no salir de casa en grandes ciudades que, por su elevada población, suponen un mayor riesgo.
“Hasta ahora, África ha sido el continente menos afectado por la pandemia, pero si no se toman medidas para contener el virus de inmediato, podría ser devastador para las personas y los sistemas de salud de África”, señaló Patrick Youssef, el director regional entrante del Comité de la Cruz Roja Internacional para África, Patrick Youssef, en un comunicado.
La crisis sanitaria está provocando una depresión económica, por tal motivo gobernantes africanos como el primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, premio Nobel de la paz en 2019, han pedido a las instituciones multilaterales que ayuden a África.
“Las economías avanzadas están presentando paquetes de estímulo económico sin precedentes. Los países africanos, por el contrario, carecen de los medios para realizar intervenciones igualmente significativas”.
“Si el virus no es derrotado en África, regresará al resto del mundo”, alertó Abiy la semana pasada.
En ese sentido, el Banco Africano de Desarrollo (BAD) ha lanzado un bono social valorado en 3.000 millones de dólares para ayudar a las economías africanas a combatir los efectos de la COVID-19.
(Con Información de Debate)