The Great Lockdown también conocido como la “crisis del coronavirus”. Atender esta crisis no ha sido fácil para todo el mundo, cada día somos testigos del aumento en el número de casos, contagios, defunciones y desempleados.
Estamos a punto de enfrentar la mayor de las crisis económicas incluso peor que la crisis de 1929. A lo largo de los años se ha hablado sobre el posible fin del capitalismo, dicha teoría ha sido publicada por Marx y Schumpeter. Dentro de estos cinco meses de cuarentena hemos sido testigos de cómo las empresas menos eficientes han sido forzosamente a cerrar o declararse en bancarrota. Crisis tras crisis tras crisis ayudan a la generación de nuevas tecnologías no solo para la producción sino que también para vivir en una nueva normalidad. Esta etapa dentro de la economía llamada “crisis” es una destrucción creativa. La innovación es clave y mucho más dentro de nuestra economía, las empresas que invierten en innovación durante una crisis ofrecen mejores rendimientos empresariales.
Nuestros dirigentes deben de tomar un plan de austeridad dentro de la política económica lo cual sería reducir el gasto público, también conocido como “recortes al presupuesto”. El gobierno de Andres Manuel López Obrador ha promovido fuertemente una austeridad económica, sin embargo nunca hemos visto una reducción si no que solo reasignaciones. Dentro de nuestro gobierno debe de existir un endeudamiento bajo control lo cual generaría una confianza dentro de la inversión privada y de cierta forma nos daría una tasa de interés mucho más baja para el momento que se tome la decisión de endeudarnos. Otra ventaja sobre tener controlado el endeudamiento sería que no existiría un aumento en los impuestos dentro del corto plazo (menos de un año) lo cual ayudaría al gobierno a tener un mayor ingreso tributario.
Al día de hoy se han perdido más de 1.1 millones de empleos en México según datos del IMSS. El #SemáforoEconómico está en rojo el cual apunta una cifra de -925,490 empleos formales. La pérdida que más nos debería de doler como mexicanos no es la de empleos si no que la del grado de inversión, cuesta pensar que el inversionista optara por otro país antes que nosotros. Sin inversión extranjera o nacional no habrá crecimiento. La economía del vecino no se ha visto muy beneficiada lo cual afectaría a las predicciones de nuestro presidente sobre el T-MEC y una recuperación acelerada. Como lo comentó Isaac Katz (@econoclasta) “No hay duda: el presidente está peleado con el crecimiento.”
Si a Estados Unidos le da gripa a nosotros nos da pulmonía.
“JUNTOS HAREMOS HISTORIA”