El titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Haciendo, Santiago Nieto, consideró que si se aprueba la reforma de la Ley Banxico, propuesta por el senador Ricardo Monreal, se pone en riesgo la autonomía del banco centra, ya que tendría que ser vigilado por la UIF y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), ante los riesgos de lavado de dinero.
“Si se abre la posibilidad de que el Banco de México reciba dólares en efectivo, tendría que ser supervisado por la CNBV y regulado por la Unidad de Inteligencia Financiera. Esto, desde mi punto de vista, podría vulnerar la autonomía del banco central, cuando ha sido uno de los puntos que el presidente López Obrador ha dejado bien claro que no se debe vulnerar”, expresó Nieto.
Durante su participación en el Parlamento Abierto de la Cámara de Diputados para discutir la propuesta de reforma, Nieto explicó que las modificaciones a la Ley Banxico generarían conflicto con las recomendaciones 26, 27 y 35 del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) u eso implicaría la necesidad de tener inspecciones, cuya facultad es la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
“El riesgo es que tengamos una rectificación negativa. Sabemos que hay un tema de flujo de efectivo y sabemos que es importante proteger a todos los grupos. Los riesgos pueden ser el incumplimiento de las recomendaciones. Esto implicaría que todo el flujo de dólares en efectivo pudiera ser reglado y supervisado por la Unidad de Inteligencia Financiera y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores; esto podría vulnerar la autonomía del Banco de México”, explicó.
Ante representantes del Banco de México y de la Asociación de Bancos de México, también advirtió que no solamente debe analizarse el flujo de los dólares que ingresan al país, sino, también, de los pesos, al poder estar involucrados en corrupción.
En su intervención, los representantes del Banxico y de la Asociación de Bancos de México reiteraron su rechazo a la iniciativa de reforma y señalaron que, además de vulnerar la autonomía del banco central, afectaría la calificación crediticia de México.