Comienza la cuenta regresiva para entrar a la presidencia número 46 en los Estados Unidos, el presidente-electo Joe Biden promete un gobierno en el cual la polarización social (se pretende) se reduzca, se avance en acuerdos internacionales que beneficien al mundo en su totalidad, así como el beneficio particular en materia de economía para nuestros vecinos del norte. Lo anterior, en un período de 4 años.
Las propuestas que haga Biden tendrán un mayor soporte al contar con las mayorías en el congreso y en el senado; las minorías, por más que luchen, tendrán que ceder ante los embates de propuestas y legislaciones de los Demócratas.
Ante el caos más reciente vivido el 6 de enero en el Capitolio, la Guardia Nacional ha enviado a millares de activos para la protección y la salvaguarda del orden en la toma de protesta el próximo 20 de enero. Durante las primeras horas bajo el mando de Biden, se espera que este mismo emita un par de ordenes ejecutivas para “contrarrestar” las políticas impuestas por el presidente saliente.
Sin dejar de mencionar que, debido a lo anterior, Trump es el primer presidente en la historia en enfrentar un juicio político, las probabilidades son pocas, y fue vetado de las redes sociales debido a que sus declaraciones iban en contra de las políticas de uso de las plataformas.
El punto de quiebre del presidente Trump llegó junto con el incremento de casos de coronavirus en la nación, cuando aseguró que su administración tenía el virus bajo control. Posteriormente los casos de contagio continuaron incrementando, dejando a los líderes estatales en una situación difícil de controlar.
Dentro de las primeras acciones se encuentra el congelamiento de los pagos de deuda de los estudiantes a nivel federal, del mismo modo el uso de cubrebocas en propiedades federales a nivel nacional, y el levantamiento de las restricciones de viaje en diversos países (en su mayoría musulmanes); así como Venezuela y Corea del Norte.
Se espera que una vez que Biden esté en su escritorio “The Resolute Desk” (así se le conoce al escritorio de la oficina oval), de reversa a la decisión tomada por Trump en el 2017 de dejar el Acuerdo de París, en conjunto con esto Biden (el mes de diciembre) mencionó que buscará colocar al país en el rumbo a un camino más sustentable para lograr estar en tasa cero de emisiones en el 2050.
Otros temas que serán de suma importancia, y que se espera los mencione en su discurso inaugural, es la inmigración, el sistema de justicia criminal y el sistema nacional de salud pública.
No debemos de olvidar que el día de las votaciones y las horas posteriores al primer discurso de Biden como presidente – electo, llamo a la unidad del país, mencionó que gobernará para todos los individuos y no solo para los simpatizantes de su partido. Por lo que este tono puede ser consistente con el discurso del próximo miércoles.
Para finalizar, el próximo miércoles Wall Street estará al pendiente de que mencione Biden y las propuestas que se generen podrán impulsar el desempeño en sectores que se ven beneficiados con un gobierno de izquierda. Igualmente debemos de tener en la mira la volatilidad del tipo de cambio, ya que, no debemos olvidar que nuestros vecinos del norte son nuestros mayores socios comerciales.
En cuanto al mercado de valores, los inversionistas a nivel mundial se mantienen a la espera de que tan agresivo será el paquete de estímulos económicos; ya se conoce la propuesta por $1.9 trillones de dólares. Sin embargo, más allá del dinero que estará en circulación en el mercado (con miras al incremento de inflación) los mercados internacionales y Wall Street están agradecidos con la nominada a la Secretaría del Tesoro Janet Yellen. Recordemos que Yellen anteriormente estuvo en el puesto de presidenta del Banco Central o Fed (comúnmente conocida en inglés), durante liderazgo al frente del organismo Yellen mantuvo una política monetaria “acomodativa”; les explico, este término es utilizado cuando la intención es generar inflación y las tasas de referencia se mantienen a la baja.
Recordemos que la tasa actualmente de los Estados Unidos se mantiene en un rango de 0% a 0.25% siendo estos últimos 25 puntos base, a pesar de ser poco, le dan al Banco Central un rango de maniobra ante un incremento en inflación o bajo crecimiento económico siendo que, si se baja, se pretende que el dinero este en circulación en la economía y no en las instituciones financieras.
Por otra parte, bajo la administración de Donald Trump, Wall Street se mantuvo con un comportamiento alcista durante 2017 y parte del 2018. El efecto de la reducción de la tasa de impuestos fue el gran catalizador para los inversionistas y para que las empresas mejorarán sus utilidades (volviéndose más atractivas para el mercado).
El incremento a la tasa de impuestos que se pretende con Joe Biden, pudiera sonar alarmante; sin embargo, la afectación en términos reales es baja, ya que, alrededor del 2% de la población económicamente activa los que pagarán más impuestos.
Es por esto por lo que Wall Street en el corto plazo se mantiene con miras positivas y en espera de ver el impacto que esto tendrá en las empresas, puesto que, además del incremento de la tasa de impuestos también se pretende tener mayores regulaciones a las empresas de tecnología como Facebook, Google y Twitter.
Sebastián Vielma
@sebastianvg91 – Twitter