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La GN “disparó de pura espalda”, dice agricultor lesionado después de protesta en presa de Chihuahua

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Jaime Torres, el agricultor que sobrevivió al ataque armado de la Guardia Nacional después de participar en una protesta en la presa “La Boquilla” de Chihuahua, dijo que otros campesinos, él y su esposa fueron atacados de forma directa, como ejemplo recordó que a él le dispararon en la espalda.

“Dispararon de pura espalda”, dijo en conferencia de prensa tras regresar a su casa ubicada en el municipio de Meoqui.

El agricultor negó que él u otros campesinos atacaran previamente a elementos de la Guardia Nacional la tarde del 8 de septiembre.

“Nosotros veníamos en caravana de Boquilla. Todos los agricultores traíamos una leyenda de ‘Sin agua no hay vida’. Cuando veníamos llegando a delicias, pasó un carro, un carro chico con la leyenda ‘Sin agua no hay vida’ y lo iban custodiando dos camiones de la Guardia Nacional. El carrito bajó a una intercepción y nosotros lo seguimos para ver qué estaba pasando, para brindarle ayuda, porque llevaba la leyenda de nosotros”, relató Torres.

Dijo que escuchó unos disparárosla y “ya no supo nada”, pues recibió uno de los balazos en su espalda.

“No los provoqué”, agregó al ser cuestionado por medios.

La versión del agricultor contrasta con la de Luis Rodríguez Bucio, comandante de la Guardia Nacional, quien el 18 de septiembre aseguró que después de que sus elementos se retiraron de la presa, algunos manifestantes tomaron materiales de grado militar que quedaron en el lugar, entre ellos “granadas”, posiblemente refiriéndose a los proyectiles de gases lacrimógenos o de humo que se utilizaron para dispersar a los inconformes.

Comentó que después de la retirada, tras sospechosos se acercaron a un destacamento de la GN y los amenazaron con arrojarles granadas. Los guardias detuvieron a los sospechosos, los subieron a vehículos de la unidad y se disponían a trasladarlos a una ciudad cercana para entregarlos a fiscales civiles.

En ese momento, detalló el comandante, vehículos conducidos por manifestantes interceptaron al convoy de la Guardia Nacional en el que se trasladaba a los sospechosos.

Los agentes escucharon disparos -no quedó claro de dónde provenían- u uno de los elementos de seguridad comenzó a disparar, impactando una camioneta en la que viajaban el matrimonio de Jaime Torres y Yésica Silva Zamarripa, de 36 años, quien murió en el ataque.

Rodríguez Bucio dijo que los agentes pensaron que los manifestantes interceptaban el convoy e intentaban liberar a los sospechosos.

El abogado de Jaime Torres, Javier Robledo, confirmó que elementos de la Guardia Nacional han buscado a los familiares del matrimonio afectado y han estado al tanto de los gastos del hospital, pero adelantó que el objetivo es esclarecer los hechos y no sólo alcanzar un convenio.