Alemania aumentó este domingo la presión contra Moscú en relación con el caso del presunto envenenamiento del líder opositor ruso Alexéi Navalni y amenazó por primera vez con interrumpir la construcción del controvertido gasoducto Nord Stream 2, el cual llevará gas ruso directamente a territorio alemán a través del fondo del mar Báltico.
“En todo caso espero que los rusos no nos obliguen a cambiar nuestra postura respecto a Nord Stream 2”, señaló -en declaraciones al diario Bild am Sonntag- el Ministro de Asuntos Exteriores alemán, Heiko Maas.
Maas subrayó, no obstante, que interrumpir el gasoducto perjudicaría también a empresas alemanas y europeas. Ante esto, advirtió que “quien exija eso, tiene que ser consciente de las consecuencias”.
El funcionario recordó que en la construcción del proyecto, el cual está prácticamente terminado, han participado más de cien empresas de doce países europeos, de las que aproximadamente la mitad son alemanas.
Igualmente, el Ministro exigió nuevamente a Moscú colaborar para el esclarecimiento del “grave crimen” -en referencia a lo ocurrido con Navalni- y expresó que si el Gobierno ruso no tenía nada que ver con lo ocurrido, estaba “en su propio interés demostrarlo con hechos”.
Si Rusia no colabora en la investigación, “sería un indicio más de la participación del Estado en los hechos”, aseguró Mass, al tiempo que añadió que si la mencionada participación de los rusos no iba más allá de “cortinas de humo”, entonces habría que pensar que tienen “algo que ocultar”.
De acuerdo con el político alemán, “muchos indicios” han apuntado a que la Administración del Presidente Vladimir Putin estuvo detrás del envenenamiento, ya que el agente tóxico Novichok, el cual fue utilizado en la infección del opositor ruso, estuvo en el pasado en posesión de organismos del país euroasiático.
Además, “sólo un grupo muy pequeño de personas” tiene acceso a este agente tóxico, el mismo que ya había utilizado por instancias estatales en el atentado en 2018 contra el ex espía ruso Serguéi Skripal y su hija, indicó.
Por su parte, Rusia enunció que la indagación sobre el envenenamiento de Navalni no ha avanzado por culpa de Berlín, ya que supuestamente no han respondido a las solicitudes de Moscú para aclarar el caso.
María Zajárova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, aseguró que la petición de la Fiscalía General rusa “fue cursada el 27 de agosto”.
“¿Dónde está la urgencia con la que insisten (los funcionarios alemanes)?”, escribió Zajárova en su cuenta de Facebook.
(Fuente: EFE)