No es un mito ni secreto en la sociedad mexicana, que en política, la ciudadanía no es representada por sus autoridades y que no en todos los cargos de elección popular el ciudadano realmente tiene el poder de decidir con su voto. Claro ejemplo de ello, es la forma en la que se elige a los Regidores que integran el Ayuntamiento de los Municipios de Nuevo León, que desde la reforma político-electoral a nivel federal en 1988, en los municipios del estado de Nuevo León se sigue aplicando.
Pese al unipartidismo en el que México vivió durante décadas, en Nuevo León un periodo de “bienestar social” legitimó a gobiernos emanados del Partido Revolucionario Institucional durante décadas, sin embargo, diversos acontecimientos, además de una clase empresarial inconforme con el régimen local fue impulsando la alternancia y apoyando diversos movimientos para lograrlo. A finales de la década de los setenta grupos como la CAINTRA, CANACO y el CCINLAC conformaron un importante grupo de oposición que abanderara el Partido Acción Nacional, logrando la alternancia en 1997. Sin embargo, a nivel municipal, desde la década de los setenta diversos Ayuntamientos lograron la alternancia, cambiando al sistema unipartidista de la época.
Desde 1997 a 2003 en Nuevo León se llevaron a cabo tres reformas electorales, en la cual solamente una en el año 2000 estaba relacionada directamente con el proceso de elección de los Ayuntamientos. En la reforma electoral, solamente fue modificado el Artículo 10 de la Ley Electoral del Estado, en donde se establece que para ser parte de una planilla de elección de Ayuntamiento debería acreditar la residencia del municipio, pues antes solamente bastaba con acreditar la residencia de alguno de los municipios del área metropolitana de Monterrey.
El Municipio tiene funciones y atribuciones que toma decisiones a través del Ayuntamiento que son de suma importancia para el desarrollo de la ciudadanía, por lo que, debe garantizarse la representación popular en la elección de los integrantes del Ayuntamiento.
Hoy en día, los Ayuntamientos son órganos al servicio del Alcalde en turno y su partido, requerimos cambiar el sistema de elección para que la ciudadanía esté en el centro de las decisiones a nivel municipal, para que se integre de forma democrática, representativa y que esté realmente al servicio de la ciudadanía. Por todo esto, será fundamental la participación de la ciudadanía organizada en el proceso electoral del 2018.