La Taquería

Cero Tolerancia

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En días recientes hemos escuchado acerca del programa “CERO Tolerancia”, en algunos municipios como San Pedro, este modelo sigue aplicándose desde hace un tiempo, en otros es una realidad naciente, específicamente en el caso de San Nicolás de los Garza, una ciudad ubicada en el centro de nuestra área metropolitana de Monterrey, cuna del movimiento norteño en el lado musical y ejemplo de desarrollo humano para el país.

Con este tipo de programas los gobiernos de cualquier municipio o estado, se enfrentan a dos grandes retos, por no llamarlos enemigos, el primero es la corrupción, ese gran mal que tanto daño nos ha hecho, pero que con este tipo de acciones se puede hacer más de lo imaginado para su combate, cerrándole el margen a “nomas tantito”, a los “5 minutos nomas” y al “es que todos lo hacen” y tantas excusas que se acostumbran a poner para evadir nuestras responsabilidades, haciendo valer nuestros reglamentos, para sancionar, pero más para regular y permitir, de eso no me queda duda, porque cuando pensamos en regalas, pensamos en limitación en vez de pensar en lo correcto.

Caminando en colonias, en las calles de nuestra ciudad, me ha tocado escuchar quejas, desde el por qué se detiene a los que se toman una cerveza, hasta por que se multa por estacionarse en doble fila o estacionarnos en lugares prohibidos como banquetas, esquinas, hasta el descaro de pedir una explicación cuando se multa cuando se estacionan en rampa de discapacitados, la respuesta es simple; porque está mal.

Tenemos la idea errónea que como antes no se sancionaba estaba bien, estaba bien manejar y tomar, estaba bien estacionarse en la banqueta, porque hay ciudadanos que argumentan tener años estacionándose así y hasta hoy se les sanciona, sin dejar de lado que tenia años de hacer lo incorrecto. Ah, pero que no sea en McAllen, en los viajes a Europa que se presumen, porque ahí somos ejemplo de buenos ciudadanos, tiramos la basura en su lugar, caminamos por la banqueta, respetamos el paso peatonal, etc… Y la respuesta sigue siendo igual de simple; porque existe un orden y legalidad en esos lugares.

Si eres de los que piensa “Pero estamos en México” desde ahí empezamos mal, porque la única diferencia es el respeto, el cariño hacia nuestro entorno, saber que está bien o mal.

Soy creyente que el orden, el respeto y la disciplina nos hacen mejores personas, y si lo tenemos con nuestra ciudad, seremos mejores ciudadanos. Eso es ser ciudadano, no es tener 18 años, y no se encierra solo en ir a votar. Con la Cero Tolerancia los vecinos conviven mejor, hay menos accidentes de tránsito y en las empresas, todo bajo reglas claras, plurales e iguales para todos. Un reglamento con cero tolerancias, no es un limitante, es un regulador, es lo que es y nada más lo que es, porque estamos a favor de la libertad, pero nuestra libertad termina cuando agraviamos la de alguien más.

PD. Hace un tiempo escuche en una plática de familiares una supuesta “ley” que me dejo una gran enseñanza, que la llamaremos la ley del sonso (omitiendo el adjetivo despectivo), esta ley nos dice que:

1.- Hacemos algo incorrecto por sonsos.
2.- Sabemos que está mal, y lo seguimos haciendo, por sonsos.
3.- Nos sancionan por esa acción, por sonsos.
4.- Nos enojamos, en vez de reflexionar y analizar lo que hicimos mal, por sonsos.

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