Tras el descubrimiento de dos cuerpos en la zona donde el gobernador de Texas, Greg Abbott, instaló boyas flotantes para frenar el paso de migrantes desde México, el gobierno estatal afirmó que al menos una de las víctimas murió lejos de las boyas y cuestionó la preocupación del presidente de México por la vida humana, instándolo a «hacer su trabajo y asegurar la frontera».
En respuesta, el presidente Andrés Manuel López Obrador acusó a Abbott de ser «inhumano» y enfatizó que no se debe tratar a ninguna persona de esa manera, subrayando la importancia de actuar con bondad para alcanzar la felicidad.
Uno de los fallecidos es un hondureño de 22 años, y el gobierno de Honduras ofreció asistencia en el proceso de repatriación.
Por otro lado, el director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Steve McCraw, comunicó que la información preliminar sugiere que al menos uno de los individuos encontrados entre las boyas se ahogó río arriba y luego «flotó hacia las boyas».
El secretario de prensa de Abbott, Andrew Mahaleris, rechazó la versión del gobierno mexicano y afirmó que la muerte de al menos uno de los ahogamientos ocurrió «lejos de las boyas». Además, Mahaleris culpó a las políticas de fronteras abiertas del presidente Biden y del presidente López Obrador por las muertes de migrantes, y enfatizó que ambos deberían asegurar la frontera si realmente se preocupan por la vida humana.
La portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, Erin Heeter, calificó el informe de las muertes de los migrantes como «desgarrador» y enfatizó la importancia de una investigación exhaustiva para comprender las circunstancias. Afirmó que es esencial gestionar la frontera de manera segura y humana.
(Fuente: Luis Cárdenas MX)