Desigualdad social = inseguridad

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Hemos vuelto a escuchar y a decir que hay que andar con cuidado. Nadie sabe a ciencia cierta cómo es que se anda de esa forma, pero básicamente nos dan a entender que consiste en reincorporar el miedo a nuestras rutinas.

En San Pedro Garza García, el municipio “blindado”, ocurrieron robos a vehículos en la más reciente semana o, para ser más precisos, los delitos cometidos en los últimos días tuvieron mayor difusión mediática.

¿Por qué? Porque en San Pedro Garza García, el municipio “blindado”, ocurrieron robos a vehículos en la más reciente semana o, para ser más precisos, los delitos cometidos en los últimos días tuvieron mayor difusión mediática.

Digo lo anterior, debido a que en realidad San Pedro no ha estado precisamente exento de delitos en los últimos meses. Ni siquiera de robo de vehículos. Así lo muestran estudios como el semáforo delictivo publicado en www.nuevoleonseguro.org.mx mensualmente. A través de estos indicadores podemos percibir cómo, en dicho municipio, algunos crímenes como el robo a negocios y a automóviles aparecieron en amarillo o en rojo durante casi cada mes del último año.

La histeria, las hipótesis y conspiraciones, aunque de forma momentánea, han vuelto a formar parte de nuestras pláticas e invadido nuestros teléfonos y correos electrónicos.

La histeria, las hipótesis y conspiraciones, aunque de forma momentánea, han vuelto a formar parte de nuestras pláticas e invadido nuestros teléfonos y correos electrónicos. Nos dicen que se trata de delitos aislados, campañas mediáticas de desprestigio, pactos rotos, transiciones de gobierno, disputas políticas, pleitos por territorio entre carteles o bandas de delincuentes y un largo etcétera.

Al mismo tiempo, cadenas alarmistas y de procedencia indefinida nos son enviadas con las mejores intenciones pero con poca responsabilidad; en nuestra época nada debe ser creído ni compartido sin cuestionar las fuentes.

Paralelo al breve periodo de histeria que vivimos, se “filtró” también un audio en internet en el que Marcial Herrera, Secretario de Seguridad Pública de San Pedro, se muestra enérgico y decidido de forma casi pasional a reducir los delitos en el municipio. Muchas personas se sintieron más tranquilas al escuchar su enojo y preocupación mientras a otros les pareció muy curioso que se filtrara ese conveniente mensaje.

Evidentemente, siguen abiertas las heridas que dejaron las todavía recientes épocas oscuras en materia de seguridad. La sola idea de aproximarnos a un retorno de esa situación, es un temor que naturalmente genera inquietud en los ciudadanos; el hecho de que los crímenes no desaparecieron sino que sólo se alejaron de sus casas, municipios o Estados, le es indiferente a muchos.

Puede ser que la situación de San Pedro haya generado una paranoia infundada y que vaya a ser controlada eventualmente. Sin embargo, la reacción de sus ciudadanos evidencia varios aspectos que siguen presentes en la mente de todo el país.

Existe un temor que tristemente sí es fundado y es el de ser víctimas de algún crimen pues sabemos que en dicho caso enfrentaríamos casi desnudos a la barbarie desde la más profunda de las soledades; no hay confianza en la policía ni en los jueces ni hay verdadera esperanza de justicia.

El Índice Global de Impunidad nos ubica como el segundo país con mayor impunidad del mundo.

La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre la Seguridad Pública presentada el año pasado, mostró que 9 de cada 10 delitos en México quedan impunes, mientras que el Índice Global de Impunidad nos ubica como el segundo país con mayor impunidad del mundo; decía bien Peter Villaume que la esperanza de impunidad es para algunos la mayor invitación al crimen.
Cuando el crimen, en su veleidoso devenir, aumenta, no sabemos qué es específicamente andar con cuidado.

Hubo quienes se encerraron en sus casas, otros desarrollaron fobia a las camionetas nuevas o a los vehículos viejos mientras que algunos sentían una muy racista desconfianza respecto personas de rasgos indígenas que mostraran lujos o conductas despilfarradoras; el racismo no sólo radica en dudar de la procedencia de sus recursos, sino en el vergonzoso hecho de que la mayoría de los pobres en México sean de raza indígena al grado en que su opulencia resulte para muchos sospechosa.

Los índices de pobreza y falta de oportunidades que van desde mala alimentación, nula educación y falta de acceso servicios de salud, parecen ser preocupantes para muchos solamente cuando están relacionados con la criminalidad.

Los índices de pobreza y falta de oportunidades que van desde mala alimentación, nula educación y falta de acceso servicios de salud, parecen ser preocupantes para muchos solamente cuando están relacionados con la criminalidad: carne de cañón o paja seca, les llaman. Les consideran más fáciles de seducir porque reconocen lo adverso de sus circunstancias pero si no son riesgo, no parecen importar mucho.

Tristemente he escuchado a quienes afirman que la solución está en construir canchas de fútbol en barrios humildes o en darles cursos de superación personal a los jóvenes que forman parte de pandillas; creer que la pobreza del país se soluciona engañando o entreteniendo a quienes la padecen, no sólo es un indicador de preocupantes niveles de ignorancia e insensibilidad, sino también es síntoma de vivir en una burbuja de tungsteno reforzado.

La pobreza, la falta de oportunidades, el distanciamiento abismal entre clases sociales y la impunidad, son algunos factores que inciden directamente en la criminalidad del país.

La pobreza, la falta de oportunidades, el distanciamiento abismal entre clases sociales y la impunidad, son algunos factores que inciden directamente en la criminalidad del país. Esos factores persisten y van más allá de personas o partidos políticos y principalmente: existen aunque estén lejos de nuestras casas, existen más allá de personas o partidos políticos.

Trabajar en ellos parece ser el único camino no autoritario ni despótico, pero requiere de esfuerzos que no son menores ni mucho menos fáciles, y sus resultados, evidentemente, no se verán en menos de seis años. Así que el temor puede seguir siendo controlado con estrategias superficiales y con valentía populista.

Así hemos vivido por años, ¿qué más da?

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

El hambre duele

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Hace muchos años cuando yo era niño, tenía poco más de 7 años, mi papá me dejo sin comer todo un día. No por estar castigado sino por alguna otra razón; motivo que no entendí, y que hoy valoro y agradezco.

“La empatía nace a raíz del sentimiento encarnado en uno, del dolor de los demás”, me decía mi abuelo en cada oportunidad.

“La empatía nace a raíz del sentimiento encarnado en uno, del dolor de los demás” me decía mi abuelo en cada oportunidad. Al final del día yo me sentía muy mal, el hambre me tenía mareado y con miedo. Fui a la casa del capataz del rancho de mi abuelo, donde estábamos y comí en la casa de Pepe, el encargado, tlacuache asado, para mí fue un manjar que agradecí enormemente.

Años después en mi vida, me sacaron del colegio con todas las comodidades; y repentinamente me enviaron a una escuela de gobierno que mi abuelo auspiciaba anónimamente, y me hicieron cursar ahí quinto y sexto de primaria. Padecimos enormes fríos y calores, en época de frío si mis compañeros no tenían chamarra a mi me mandaban igual en camisa.

Al comprender y vivir en carne propia este amargo sentimiento de la necesidad extrema de sentir hambre, frío o calor en exceso, mi vida cambió. Y ahora cuando escucho cifras mexicanas sobre los más de 80 millones de pobres extremos, cuando leo sobre de la inhumana manera de robar y de saquear este país por parte de los mismos cómplices de siempre —las mismas culebras nomás cambiando zurrón— pienso: ¿cómo es posible que la misma sociedad, que somos 120 millones de víctimas contra unos cuantos millones de políticos y ladrones, NO PUEDA TOMAR lo que le pertenece?; NI SIQUIERA reclamar o señalar desde la comodidad de nuestra computadora y a través de las redes sociales, de seguir esta tendencia criminal por parte del gobierno y este silencio absoluto por parte nuestra. Dentro de muy poco seremos nuevamente tratados como esclavos y los políticos como virreyes, si no es que ya lo somos.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

La triste realidad mexicana

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“Los niños que nacen hoy podrían seguir trabajando a la edad de 100 años hasta en 40 trabajos diferentes, según ha predicho el futurólogo Rohit Talwar”, recoge ‘The Guardian’.

Y yo pensé de inmediato: se me hace que este inglés, paisano de Churchill, no ha oído hablar de México — MÉXICO—, esa República tan abundante en territorio, en litoral —11 mil Kms. de playas y litorales para ser más preciso— con aún algo de petróleo, plata, flanqueada por cinco mares, gente extraordinaria, historia, palacios y ruinas maravillosos y ÚNICAS, además de estar repleto de oro, mismo que por cierto regalamos a los Canadienses y Europeos a cambio de la miseria y silicosis pulmonar de nuestra gente. Pero al beneficiarse poderosamente algunos cuantos políticos cómplices, todo sigue su marcha apaciblemente.

El país donde se trabaja prácticamente desde que se nace, hasta tu último suspiro, que en muchas ocasiones es a muy entrados los 80 y hasta 90 años de edad.

Ciudadanos abandonados a su suerte, sin medicamento ni apoyo social. El país donde se trabaja prácticamente desde que se nace, hasta tu último suspiro, que en muchas ocasiones es a muy entrados los 80 y hasta 90 años de edad. Labores agotadoras como mal pagadas, jornadas de hasta 14 y 15 horas de trabajo diarias, incluidas sábado y hasta domingo.

Basta con salir a la calle y encontrar valiosos y maravillosos ancianos casi centenarios, levantando papel o plástico, o muchos otros pidiendo ayuda en las esquinas. Esta es la realidad de cerca de 80 millones de mexicanos.

Basta con salir a la calle y encontrar valiosos y maravillosos ancianos casi centenarios, levantando papel o plástico, o muchos otros pidiendo ayuda en las esquinas.

¿Podremos alguna vez, como mexicanos, poner en su lugar a los ladrones de cuello blanco —político y empresarial— que tienen MONOPOLIZADA, por un lado la política heredándola de generación en generación a sus descendientes, y por otro la industria en gran parte socia del sistema para evadir impuestos y pagar sueldos pandemonios; ¿o seguiremos en absoluto mutis, esperando nuestro turno?

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

¿Hay vida inteligente en la tierra?

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Mientras dos mil quinientos millones de personas en este planeta tierra sobreviven con menos de un dólar al día, esta misma monstruosa cantidad de personas carecen de lo ultra esencial para vivir, y no saben ni siquiera lo que es agua potable. Tampoco tienen una dieta ni por mucho dentro de los mínimos permitidos de nutrición, comiendo si acaso una vez al día. Sin agua ni jabón ni detergente alguno para asearse en lo más elemental.

Mientras esto sucede, la ciencia se enorgullece y se pronuncia a favor de la investigación y descubrimiento de vida extraterrestre, anunciando con bombo y platillo que han “probablemente” encontrado agua en Marte.

Por otro lado, en la tierra la gente muere de inanición, de abandono, de olvido, de explotación laboral, de abuso infantil, de cero justicia para el ciudadano común.

Además sabemos que se utilizan cientos de miles de millones de dólares y euros para la “investigación más allá de las estrellas”, mientras el abandono y desigualdad terrestre es gigante e inhumana.

Sabemos que se utilizan cientos de miles de millones de dólares y euros para la “investigación más allá de las estrellas”, mientras el abandono y desigualdad terrestre es gigante e inhumana.

Por otro lado, la gran cantidad de políticos y empresarios avaros y ladrones se adueñan de lo poco que queda del planeta y nadie, NADIE —y a pesar de ser la gran mayoría— es capaz de hacer nada para evitar este exterminio al parecer intencionado y este regreso a los tiempos de la Inquisición, conquista y esclavitud mundial donde México es un claro y líder ejemplo de impunidad.

La pregunta es: ¿existe vida inteligente en la tierra?

La pregunta es: ¿existe vida inteligente en la tierra?