Zai jian (adiós) al hijo único

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En el mundo prevalece, al menos en cuanto a las legislaciones se refiere, un ambiente de respeto y tolerancia a muchas de las formas en las que se regulan ciertas conductas y sobre cómo la política de cada país se debe conducir. Evidentemente hay normativas que, por su carácter controversial, logran trascender y se hacen un tanto famosas a nivel mundial. Algunos ejemplos podrían ser el second amendment en Estados Unidos (el derecho a portar armas), la legalización de la marihuana en los Países Bajos (particularmente por Ámsterdam) y la política de un hijo en China que el día de ayer dejó de ser vinculante.

“Da igual que el gato sea blanco o negro, lo importante es que cace ratones”, decía Deng Xiaoping; o para occidente, “El fin justifica los medios” de Maquiavelo.

Desde los años ochenta y hasta el día de ayer, el gobierno chino fue muy severo con aquellas familias que deseaban procrear a más de un hijo. No obstante, que la política haya dejado de ser obligatoria de la forma en la que la conocemos no significa que el espíritu libertario se haya apoderado del gobierno chino, pues ahora la regulación dicta que el máximo de hijos por familia es de dos. Esto, aunque por muchos pueda ser considerado como un triunfo, posiblemente sigue suponiendo ser una cooptación de las garantías universales de los chinos y una demostración en su máximo esplendor del pragmatismo político en el gigante asiático. “Da igual que el gato sea blanco o negro, lo importante es que cace ratones”, decía Deng Xiaoping; o para occidente, “El fin justifica los medios” de Maquiavelo.

Lo que empezó con un intento del control de la natalidad (no olvidemos que China es el país más poblado del mundo), está teniendo un desenlace que arrastra muchas atrocidades a su paso.

Lo que empezó con un intento del control de la natalidad (no olvidemos que China es el país más poblado del mundo), está teniendo un desenlace que arrastra muchas atrocidades a su paso. Sólo hace falta imaginar algunas consecuencias directas de tal restricción, hacer una estimación siguiendo las proporciones demográficas de dicho país, y tenemos como resultado un fiel reflejo de la realidad social China; realidad que evidentemente dista con la realidad del país con la economía más poderosa del mundo, el socio comercial más importante de los Estados Unidos —lo que a su vez se traduce en uno de los socios comerciales de México—, y el país capaz de hacer regalos tales como los headquarters de la Unión Africana o el Estadio Nacional de Costa Rica en San José.

El anhelo por la perspectiva macro es definitivamente una de las causas más relevantes por las que las autoridades chinas han tenido un desinterés por lo micro, o hasta ahora han demostrado que es así. En cambio, occidente piensa de una forma distinta y cada vez más en la glocalización del mundo y sobre cómo el impacto de las decisiones tomadas en otros países y continentes tiene consecuencias directas en nuestras vidas. Mientras por más de treinta años en China existía una preocupación por la automatización de los procedimientos y la búsqueda por seguir siendo el líder asiático, nosotros hemos ido desarrollando una consciencia mayor sobre cómo los individuos pueden multiplicar y generar un gran cambio. Apuesto a que a los chinos que viven alejados de las Zonas Económicas Especiales y en ciudades como Shanghai, Beijing, Shenzen o Cantón, muy poco sentido les hace la importancia de que cada quien aporte su granito de arena.

Si la prohibición se mantiene por algún otro motivo, me parece que el triunfo ha sido a medias, probando una vez más que los gobiernos autoritarios definitivamente son fuertes, duraderos, y son cercanos a nosotros.

Si el cambio del gobierno chino contempla en un futuro la libertad total sobre la planificación familiar en el corto plazo, y si esta medida de hacer un ajuste sobre la política de un solo hijo (ahora dos) es únicamente para una etapa de transición hacia la justicia social, entonces es de aplaudirse que se haya laxado la medida. No obstante, si la prohibición se mantiene por algún otro motivo, me parece que el triunfo ha sido a medias, probando una vez más que los gobiernos autoritarios definitivamente son fuertes, duraderos, y son cercanos a nosotros: están en nuestra ropa, en nuestra tecnología, en nuestros insumos, en nuestras vidas.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

Cultura y orígenes de Corea: De Tangun, Confucianismo, Cheabols a “PSY”

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La cultura y los orígenes son importantes en la construcción de los países asiáticos. No podemos hablar de los países del Noreste Asiático sin conocer su tradición y cultura. Cultura que les permite tener una identidad nacional, y es base de su modernidad y forma de actuar con el exterior. El vínculo de la tradición con la modernidad es muy fuerte.

No podemos hablar de los países del Noreste Asiático sin conocer su tradición y cultura.

En el caso de Corea es importante iniciar los estudios sobre este país a partir de su mito de fundación, el de “Tangun”, pues el día de la fiesta nacional es el tres de octubre, día del nacimiento del fundador del pueblo coreano. También, las ideologías filosóficas que construyeron la sociedad son importantes para comprender la conformación y el comportamiento de la sociedad. Una de las más importantes es el Confucianismo. Éste es un pensamiento filosófico que permitió que existiera un orden y valores morales profundos en las relaciones de autoridad-subordinados; ya sea en la familia, el Estado o los conglomerados coreanos conocidos como Chaebol.

Pese a que LG ya lleva varios años en el estado, la inversión de KIA ha levantado más expectativas e interés por los neoleoneses por conocer más sobre el país de las “aguas tranquilas”.

Los Chaebol jugaron un rol importante dentro de la economía coreana que junto con el Estado-desarrollista y las políticas de fomento a las exportaciones, hicieron que Corea del Sur, de ser un país empobrecido por la Guerra de Corea (1950-1953), transitara hacia una economía altamente competitiva en los mercados internacionales. El mundo, en ese momento del “Milagro económico del Río Han” en los 1970´s, volteó a ver a los Tigres Asiáticos. Desde ese momento a la fecha, y en especial en este año, en Nuevo León se ha interesado en este país. Pese a que LG ya lleva varios años en el estado, la inversión de KIA ha levantado más expectativas e interés por los neoleoneses por conocer más sobre el país de las “aguas tranquilas”. En esta (columna/blog) mi papel es escribir sobre los temas coreanos con el fin de mostrar un panorama general y un acercamiento a un país tan fascinante que se ha dado a conocer actualmente, no sólo por los productos de LG y Samsung sino también por el KPOP y los dramas coreanos. ¿Quién no conoce a “PSY” y su canción de “Gangnam style”?

“El Talón de Aquiles” – Houston: Do we have a problem?

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Si entender el lugar de Texas en el imaginario colectivo estadounidense es difícil para un estadounidense, imagínese lo que es para un extranjero. Al fin y al cabo, muchos tenemos esa idea estereotipada, la de Texas como el epicentro Cowboy, tierra de machos blancos, seguidores del Partido Republicano. Cinco semanas de estancia en Houston durante el verano de 2015 habrán sido suficientes para recordar que la realidad siempre es más compleja que los estereotipos de las películas, las obras literarias, e incluso de los alegatos de presidentes como George W. Bush. Fue como si un antropólogo amateur  llenase de contenido sociológico aquella menospreciada y ahuecada noción del “Tex-Mex”.

Si entender el lugar de Texas en el imaginario colectivo estadounidense es difícil para un estadounidense, imagínese lo que es para un extranjero.

En la mirada del “extranjero”, resulta interesante descubrir esa comunidad mexicana residente en Houston, la cual, por cierto, también es diversa, pues incluye tanto a los mexicanos que inmigraron a Texas como a los estadounidenses de origen mexicano. Esta diversidad recuerda también que las zonas transfronterizas son más que tierras inhóspitas en donde se persiguen coyotes y narcotraficantes. Se trata también de un cuerpo sociocultural  en donde ya no se sabe en donde termina un país y en donde inicia el otro. ¿Por qué una estadounidense no podría emigrar al sur y terminar vendiendo taquitos de [carne] deshebrada en una esquina regia?¿Qué sería de la economía de San Antonio o de McAllen sin el consumismo desenfrenado de algunos norteños mexicanos?

Pero hay más. No solo es Houston una ciudad bicultural en el sentido transfronterizo del término, sino que también es cosmopolita. Existe aquí una ciudadanía multicultural y una economía de servicios, sobre todo en materia de salud–en Medical Center es reconocido por atraer personas de todo el planeta para recibir tratamientos médicos de última generación–que hacen de Houston un destino de predilección a nivel internacional. En tan solo tres traslados en taxi y autobús, conocí a un filipino, un nigeriano, y a un libanés, todos llegados a Estados Unidos por diferentes razones. Y un breve vistazo a la oferta de restaurantes me llevó a concluir que lo turco o lo japonés está a la vuelta de la esquina. Desde inicios de este siglo se sabe que los blancos representan menos del 50% de la ciudad (esta estadística incluye a hispanos o latinos).

Desde inicios de este siglo se sabe que los blancos representan menos del 50% de la ciudad (esta estadística incluye a hispanos o latinos).

Además, alrededor del cuarto de la población es afro-descendiente. Adicionalmente, Houston alberga la tercera comunidad vietnamita en importancia en el país, eso sin tomar en cuenta a los pakistaníes, los bangladeshís, etíopes, y tantos otros. De más está decir, de Houston se puede viajar directamente a alrededor de 185 ciudades, desde Bâton Rouge hasta Dubái, pasando por Ixtapa, Doha, y Vancouver. Sin pretensión a un torpe romanticismo hollywoodense, se puede literalmente afirmar, y con razón, que hasta a la luna se puede viajar desde Houston.

Igualmente interesante es el hecho, desde un punto de vista sociopolítico, que son líderes progresistas los que gobiernan no solo Houston, sino los grandes centros urbanos de Texas: al menos ese es el caso de Mike Rawlings, electo alcalde de Dallas en 2011, de Steve Adler, alcalde de Austin desde enero 2015 (el alcalde anterior, Lee Leffingwell, también era Demócrata), y por supuesto, de Annise Parker, alcaldesa de Houston. Este punto es esencial para entender la política electoral en los Estados Unidos, pues señala que la imagen del norte Demócrata versus el sur Republicano, si bien en términos de votos en el Colegio Electoral puede ser más o menos exacta, no necesariamente lo es en cuanto a la representación proporcional de las preferencias electorales de la población se refiere. Demócratas y republicanos hay en todo el país, y a menudo repartidos en grupos de tamaño similar. La cuestión es ver en donde logran imponerse, usualmente por pequeñas diferencias. Texas es mayoritariamente Republicano, pero eso no implica que los Demócratas sean una especie en extinción. En el caso de la alcaldesa de Houston, llama además la atención que la misma es reconocida (y respetada) por haber anunciado públicamente su relación sentimental (desde 1990) con Kathy Hubbard, otra mujer, con quien, por cierto, se casó en 2014.

Igualmente interesante es el hecho, desde un punto de vista sociopolítico, que son líderes progresistas los que gobiernan no solo Houston, sino los grandes centros urbanos de Texas

Claro, que no se interprete esta columna como una oda a Houston. Para los que creemos en ciudades humanas basadas en la sostenibilidad, el anacrónico reino del automóvil, el cual se sigue reproduciendo en Texas, se convierte en uno de los más deprimentes vestigios del siglo XX. Además, para los que veíamos la violencia en México en oposición a la supuesta seguridad en las ciudades estadounidenses, deberíamos de ver más a menudo las noticias matutinas en Houston, para empaparse de la violencia–mucha de ella racial–de la sociedad estadounidense. En fin, tomemos el tranvía (que paradójicamente es conocido como “metro”, sobre todo en referencia a la compañía de transporte metropolitano). Sin bajarse, y por un costo menor a los USD 2.00, viviremos la Montaña Rusa social y pasaremos de los barrios más exclusivos hasta los vecindarios en donde observaremos claramente los efectos de la pobreza y de la exclusión social en una ciudad que, sin embargo, destaca por su riqueza.

Sin bajarse, y por un costo menor a los USD 2.00, viviremos la Montaña Rusa social y pasaremos de los barrios más exclusivos hasta los vecindarios en donde observaremos claramente los efectos de la pobreza y de la exclusión social en una ciudad que, sin embargo, destaca por su riqueza.

En síntesis, Houston me ayudó a recordar algunas de las reglas elementales necesarias para seguir aprendiendo en esta vida: no juzgar sin fundamento–es más, no juzgar y punto; dar oportunidad y asimilar cuanta información se pueda. Houston es una tierra de Cowboys. Pero no es solo eso. Y aunque acepto ahora que ese concepto de vaquero puede tener sus aristas, también creo que Houston tiene todavía mucho que aprender en cuanto a los modelos inclusivos de ciudad. Es decir, Houston debe emular, no debe ser emulada. 

La ignorancia es uno de nuestro numerosos talones de Aquiles. Es pegajosa, y no nos percatamos cuando nos envuelve. Por ello, alejarse de ella cuesta. Es un esfuerzo constante, de todos los días.

Fernando A. Chinchilla
Estambul (26 de junio de 2015)

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”