En la subasta primaria de esta semana, los resultados de las tasas de interés de los Certificados de la Tesorería (Cetes) mostraron una combinación de aumentos y reducciones. Los rendimientos a corto y mediano plazo reflejaron un aumento en la tasa de referencia del Banco de México (Banxico), lo que llevó a la tasa líder a su nivel más alto desde 2001. Por otro lado, en la emisión a largo plazo, la tasa se ajustó a las expectativas de una inflación menor en los próximos meses.
Algunos analistas han advertido que el aumento en las tasas podría tener un impacto negativo sobre la actividad económica si se mantienen elevadas por un período prolongado. Asimismo, el incremento de las tasas también significa un mayor costo en la deuda del gobierno y en los créditos.
De acuerdo con los resultados publicados por Banxico, los Cetes a 28 y 91 días registraron un aumento de 6 puntos base cada uno, con rendimientos anuales de 11.34% y 11.61%, respectivamente. Los Cetes a plazo equivalente a un mes alcanzaron su tasa máxima desde mayo de 2001, mientras que los Cetes a 175 días registraron un aumento de 13 puntos base para alcanzar un rendimiento anual de 11.78%.
La única reducción se produjo en el rendimiento de los Cetes a 721 días, que disminuyó 51 puntos base para ubicarse en 11.35% anual en comparación con el nivel establecido dos semanas antes.
Según Miguel González, coordinador del Centro de Estudios Financieros y de Finanzas Públicas (CEFI) de la UNAM, las mayores tasas tienen varias implicaciones: «en el caso de las finanzas públicas, el servicio de la deuda se vuelve más costoso, lo que presiona las finanzas públicas, especialmente en un contexto de disminución de los ingresos petroleros por exportaciones. Además, el aumento en las tasas afecta los créditos, especialmente los destinados al consumo, lo que puede aumentar el incumplimiento de pagos»
(Fuente: Luis Cárdenas MX)