El equipo de campaña del actual presidente de Donald Trump presentó una nueva queja por supuestas “irregularidades sustanciales” y “fraude” en las elecciones llevadas a cabo en el estado de Nevada. Por otro lado, el republicano sufrió un nuevo golpe en el estado de Pensilvania, donde el Supremo estatal revirtió un fallo de un tribunal inferior.
Diez días después de que las proyecciones de los medios estadounidenses señalaran al demócrata Joe Biden como ganador en el estado de Nevada con el 50,1 % de los votos frente al 47,7 % de Trump, la campaña del republicano criticó las cifras, y reclamó que, o bien se le concedan los seis votos electorales al actual gobernante, o bien se anule por completo el resultado, pues, según el equipo de campaña del republicano, hubo una serie de irregularidades durante la elección.
“La demanda detalla la falta de fiabilidad de la máquina de procesamiento de votos y escaneo de la firma Agilis utilizada en el condado de Clark, y las máquinas de votación electrónica usadas en todo el estado”, señaló la campaña republicana en un comunicado.
En la demanda presentada en el Tribunal del Primer Distrito Judicial de la ciudad de Carson, en Nevada, se alegó además que se le negó el acceso de los observadores republicanos al proceso de verificación de votos. “No menos de 40.000 votos y posiblemente más fueron afectados por estos diversos defectos. Este margen es mayor que el margen entre el presidente Trump y Joe Biden en Nevada”, argumentó la campaña de Trump. No obstante, el secretario del condado de Clark, Joe Gloria, señaló que este tipo de discrepancias no son un fraude y afectan a menos de mil votos, lo que extrapolado a todo el estado representaría alrededor de 1.500 votos en disputa, muy por debajo del margen de 33.600 de ventaja que tiene el demócrata.
De la misma manera, este martes se conoció una decisión de la Corte Suprema de Pensilvania que revirtió el fallo de un tribunal inferior, en donde se había considerado que la ciudad de Filadelfia había violado la ley estatal al no dar a los observadores republicanos el suficiente acceso para el conteo de votos.
Sin embargo, la gran mayoría de los magistrados estatales llegaron a la conclusión que la junta de escrutinio de Filadelfia no violó ninguna ley al establecer límites para los observadores en el espacio asignado para mantener las boletas, teniendo en cuenta el distanciamiento social debido a la pandemia. La ley estatal “solo requiere que se permita que un representante autorizado ‘permanezca en la sala en la que se registran previamente las boletas de voto en ausencia y las boletas enviadas por correo'”, afirmó el fallo.