Luego de que se dieran a conocer los resultados de los comicios presidenciales de Nigaragua, los 27 países de la Unión Europea, el Reino Unido, así como los países del continente Americano como Estados Unidos, Costar Rica, Panamá, Chile, Ecuador y Colombia, desconocieron la relección de Daniel Ortega para un cuarto mandato al considerarlos una farsa.
Pese a que en un reporte del observatorio ciudadano Urnas Abiertas estimó una abstención de 81.5 por ciento y una participación promedio de apenas 18.5 por ciento a nivel nacional, el Consejo Supremo Electoral de Nicaragua informó que, con el 97.74 por ciento de los actas computadas, ganó la alianza sandinista de Ortega con el 75.92 por ciento de los sufragios.
Hablando específicamente de las reacciones de dichas entidades; por su parte, Estados Unidos, a través de su Secretario de Estado, Antony Blinken, declaró estar dispuesto a usar una serie de herrmientas, incluyendo posibles sanciones, restricciones al visado y acciones en contra de quienes apoyen los “actos antidemocráticos” del Gobierno nicaragüense.
Por otro lado, la Unión Europea aseguró que las elecciones tal como sucedieron en Nicaragua, vuelven al país en una régimen autocrático. Esto después de que Ortega detuvo a opositores y líderes empresariales, canceló partidos rivales y criminalizó a la disidencia durante meses.
El Gobierno Alemán afirmó en solitario que las elecciones no han cumplido condiciones mínimas de “una elecicón libre y justa“. Esto también ha sido respaldado por otros países europeos como España.
El país vecino, Costa Rica, ha llamado al gobierno para que “libere y restituya los derechos de los presos políticos“. Siendo que en este país, buscaron refugio la mayoría de los más de 100 mil nicaragüenses que huyeron del país tras la represión de las protestas de 2018, según datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Colombia también se ha pronunciado, mediante su Presidente, Ivan Duque, en el descontento y desconocimiento del resultado, afirmado “fraude anunciado“, pidiendo un pronunciamiento a la OEA.
Con información de Grupo Reforma