México presentó este miércoles el proyecto ‘Coatlicue’, la futura supercomputadora pública más potente de América Latina. Con una construcción estimada de dos años, busca fortalecer la infraestructura nacional para el análisis masivo de datos aplicados a la ciencia, la política pública y la innovación tecnológica.

José Antonio Peña Merino, titular de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones, explicó que el sistema se integrará al Plan México y contará con unas 15.000 GPUs, equivalentes al rendimiento conjunto de alrededor de 375.000 computadoras tradicionales.

“Estamos hablando de una computadora que casi ninguno de nosotros ha visto en su vida y que en dos años veremos construida en México”, señaló durante la conferencia presidencial.

El proyecto contempla cerca de 200 gabinetes con refrigeración líquida y una inversión aproximada de 6.000 millones de pesos, que el Gobierno planea recuperar mediante su aplicación en sectores estratégicos y servicios al sector privado. Entre los usos previstos destacan predicciones climáticas, modelación hídrica, planeación energética, análisis fiscal, aplicaciones en salud y movilidad, además de apoyo a emprendimientos tecnológicos.

La secretaria de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, Rosaura Ruiz, calificó la iniciativa como “un paso muy grande” y señaló que encabezará la red nacional de supercómputo existente.

Finalmente, la presidenta Claudia Sheinbaum subrayó que el objetivo es democratizar el acceso al cómputo avanzado. “Queremos que sea una supercomputadora pública, del pueblo de México”.

Añadió que operará con un equipo de 80 a 100 personas y que su capacidad estará disponible para academia, gobiernos y empresas. “En dos años, México tendrá una capacidad que no existe en ningún otro país de América Latina”, concluyó.