China y Estados Unidos alcanzaron un acuerdo para suspender temporalmente su disputa comercial durante un periodo de tres meses. En este lapso, el país asiático reducirá los aranceles sobre productos estadounidenses del 125 al 10 por ciento, mientras que Estados Unidos disminuirá los impuestos aplicados a los bienes chinos del 145 al 30 por ciento.
El acuerdo se dio a conocer a través de un comunicado conjunto emitido luego de las conversaciones mantenidas en Ginebra este fin de semana por delegaciones oficiales de ambos países, quienes también establecieron la creación de un mecanismo de consulta permanente.
Este nuevo canal de diálogo estará encabezado por el viceprimer ministro chino, He Lifeng; el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent; y el representante comercial de ese país, Jamieson Greer. Las reuniones podrán llevarse a cabo en cualquiera de los dos países o en una sede neutral.
Durante los 90 días de tregua, ambas naciones continuarán negociaciones más técnicas, que no se limitarán a los aranceles, sino que abarcarán otras barreras al comercio, especialmente las impuestas por China, según explicó Bessent desde Ginebra.
“Pero el consenso en estos dos últimos días fue que ninguna de las partes desea un desacoplamiento (del comercio) y que lo que ha pasado con aranceles tan altos equivale a un embargo, y nadie quiere esto”, reflexionó”.
Bessent expresó su satisfacción por los avances logrados en las conversaciones y resaltó la disposición del gobierno chino para progresar en el diálogo, así como el ambiente de respeto mutuo.
Asimismo, subrayó que estos encuentros resultaron valiosos para “reparar las relaciones que se habían dañado” por la confrontación comercial.