En plena contingencia el PAN estatal hizo su reunión para definir al próximo candidato a la gubernatura. Por fin, la simulación ya terminó. Fernando Larrazábal, ex alcalde de San Nicolás y Monterrey, será el abanderado azul.
Los suspirantes como Homero Niño de Rivera y el senador Fuentes quedaron eliminados ante el ajedrez táctico del grupo San Nicolás y quienes tienen controlado al partido en el estado.
Sí, Víctor Fuentes era y es mucho mejor candidato frente a un Larrazábal lleno de acusaciones y con un oscuro pasado, pero la línea está clara.
Y es a pesar de la oficialización del matrimonio PRI-PAN a nivel nacional, no van juntos en todo en cada boleta. Con esa movida el PAN se doblega ante los intereses del PRI para facilitarle el camino a Adrián de la Garza en la contienda contra Clara Luz Flores.
Es claro que dejar a Fuentes era dividir aún más el voto, el cual ya lo está desde que MC decidió irse por su lado. Por tal motivo, el cálculo de Zeferino, Raúl Gracia & Friends es el apropiado y el más pragmático. Prefieren apoyar por detrás al PRI que permitir que el grupo Escobedo se quede con la primera magistratura del estado.
El caso del PAN en Nuevo León es algo atípico pues no son una oposición fuerte (como intentan a nivel nacional) y siguen en la crisis que no les permite fortalecerse. Seguramente mantendrán San Nicolás y Santa Catarina, feudos suyos, y lo que puedan obtener en el negociado del matrimonio Si X México.
Aun así, el PAN pierde otra gubernatura, otros 6 años y la histórica oportunidad de conseguir “la joya de la corona”. Creen que, si el PRI gana, algo obtendrán de rédito. A ver cuánto dura la luna de miel.
Lo dicho, dicho está.