Pásele a lo barrido que el tema está en su mero punto. Desde la salida de Mauricio Fernández de la plataforma ACV (Alcalde, ¿Cómo Vamos?) la discusión se ha venido creciendo como espuma entre la misma plataforma, la iniciativa privada, los líderes de opinión y los funcionarios públicos. Cada quien desde su bando defiende su postura.
El tema no es para menos ya que ACV es una de las pocas herramientas ciudadanas que por fin había logrado reunir en la misma sala a los 9 alcaldes del área metropolitana, esos mismos que hoy aseguran no volverán a la plataforma hasta que sus índices e indicadores sean modificados. Es imposible intentar medir a todos con la misma vara, por eso sería importante que dichos índices fueran diferentes e independientes para cada municipio, los cuales, además de cumplir con la plataforma, se ven obligados a respetar su Plan de Desarrollo Municipal y los objetivos a corto, mediano y largo plazo. Además, acusan que desde el titulo pareciera ser más un interrogatorio que una plataforma para sumar esfuerzos.
Este problema tiene muchas aristas. Por un lado, algunas de las personas que han estado muy cercanas al movimiento han terminado por involucrarse en el sector público de un día al otro. Casos como el de Lorenia Canavati y Miguel Treviño desacreditaron a la plataforma al convertirse en candidato y/o al unirse al gobierno independiente de Jaime Rodríguez. En automático se deslegitima, ¿Qué tipo de resultados puedo exigirte a ti alcalde, si hoy te siento frente a mí y con lupa te juzgo para así, en menos de un año yo poder convertirme en candidato a ocupar tu puesto? En esta vida hay que ser muy cautelosos porque no se puede ser juez y parte.
Por otro lado, en beneficio de Lorenia y Miguel, ellos están en todo su derecho de hacerlo al cumplir con los tiempos que delimita la ley para ser candidato. Sobre todo si lo hacen bajo la bandera de que hay que pasar de la queja a la acción; es solo que su forma de hacerlo levanta tremendo polvo y harto sospechosismo, tanto que pareciera son solo oportunistas de estas plataformas para conseguir su objetivo.
En fin, juzgue usted por sí mismo. Lo que es un hecho es que la plataforma hoy cruza el momento más complicado desde su creación. La cuestión ahora es: reinventarse o morir.
Si no nos vemos, pues nos escribimos.