¿Estudiamos para trabajar o para saber?

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Para nadie es secreto que el mercado laboral esta cambiando a pasos agigantados tanto en México como en todo el mundo. Estos cambios se reflejan tanto por los empleos creados por las nuevas industrias de la Revolución Digital (para muchos la Tercera Revolución industrial) como por la automatización en los procesos de producción en múltiples industrias de la manufactura y otras de servicio que reducen la cantidad de trabajadores involucrados en los procesos productivos de las empresas, generando desempleo en algunos casos y oportunidades de empleo para los que trabajen en industrias relacionadas con la automatización de estos procesos.

En México la educación superior tanto pública como privada tiene una amplia oferta de carreras profesionales y técnicas, pero muchos de los planes de estudio tienen más de 20 años sin actualizarse o se actualizan seguido pero no responden a las necesidades actuales del mercado. Entender esta realidad es importante inclusive para poder hablar de temas políticos, tomemos como ejemplo la pérdida de empleos en la industria de la manufactura en Estados Unidos, muchos pensarían que una causa importante son las fábricas que han trasladado su producción a México pero la realidad es que 7 de cada 10 empleos que ha perdido EU en los últimos 15 años en la manufactura han sido por la automatización de los procesos y no por la ida de las empresas a México.

Un estudio de SAP and Qualtrid publicado en el World Economic Forum señala que en el sudeste asiático es donde los estudiantes califican de menor manera si sus universidades los están preparando para el mercado laboral común 61% de encuestados que contestaron que consideran que la preparación es excelente o buena. Le siguen el Medio Oriente, Europa, Norteamérica y América Latina y el Caribe con números inferiores al 40% en promedio. En general lo que señala el reporte es que los estudiantes no sienten que sus universidades los estén preparando para los trabajos que tendrán que enfrentar hoy o en un futuro y también consideran que la educación superior sigue siendo un privilegio.

Las universidades como los propios estudiantes debemos replantearnos nuestro rol en el sistema educativo, más allá de los planes de estudio y programas de internacionalización debemos explorar y aprender sobre las industrias del presente y futuro que podrían darle a México una ventaja en comparación con otros países de Latinoamérica. Más allá de memorizar cosas y aprender técnicas que rara vez vamos a usar debemos entrarle a temas como la inteligencia artificial, las redes sociales, las energías limpias, la automatización de los procesos de producción, entre otros. 

México y Trump

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Quisiera recordarles a todos los lectores de Altavoz, que solamente faltan tres días para que el payaso de la melena anaranjada sea Presidente de los Estados Unidos de Norte América.

Y que faltando tres días para asumir la responsabilidad de decidir la Paz y la Guerra en el mundo, sigue aventando piedras en los aparadores de todos sus vecinos, supuestos aliados y adversarios designados.

Ya marcó pautas, definiendo que su primer interlocutor será el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y reafirmando en sus tweets desbocados que la OTAN no servía para nada. ¡Ojo!

También les recordó a los aliados tradicionales de Estados Unidos que podían ir a colectar champiñones en campos ajenos pero que él les iba a cobrar 35% de impuestos si pretendían vender sus champiñones en Estados Unidos.




Mensaje destinado a los japoneses y a los alemanes, hasta ahora. Los americanos ya entendieron y se rajaron valientemente.

Igualmente, volvió a afirmar que para los musulmanes, Estados Unidos no era tierra prometida. Falta ver que tantas bombas le destinen los infieles en respuesta a su declaración. Si el hombre del tupé tiene permanencia en el poder, no cabe duda que cambiará el mundo.

(Para quienes se interesan en saber cómo cambiará, les recomiendo la lectura de una novela de ciencia ficción titulada “Globalia”, escrita por un novelista francés llamado Jean-Christophe Rufin a principios de este siglo).

El futuro de México puede cambiar dramáticamente en cuatro días. Independientemente de gasolinazos y de tenencia y de otros prediales dictados por igual número de gobernantes insensibles, insaciables y corruptos todos, podemos enfrentarnos a situaciones tan dramáticas como el retorno precipitado de millones de paisanos desamparados y el súbito desempleo de millones de empleados en las maquiladoras condenadas por el nacionalismo intolerante del peligro más grande que esté enfrentando México desde López de Santana.




Solamente faltan tres días para organizar el boicot a las empresas americanas que operan en México, para convencer a los chiveros regiomontanos que ya no se vale ir a McAllen ni a Laredo y que hay mejores destinos turísticos en México y en Europa que en Estados Unidos. ¿Seremos capaces de esto?

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

Se hizo la luz…

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Hace poco buscando videos de la Tierra tomados desde la Estación Espacial me llamó la atención algo muy curioso que se repetía en cada uno de ellos.

https://www.youtube.com/watch?v=FG0fTKAqZ5g

¡Hay demasiada luz en las ciudades! Pensaba que era normal, pero investigando encontré un artículo basado en una tesis doctoral del astrofísico español Alejandro Sánchez de Miguel donde explica sobre el desperdicio de energía lumínica que se hace en las ciudades.

En resumen, hablamos de contaminación lumínica. ¿Qué es? Muy sencillo, es el brillo de luz en el cielo nocturno que se produce por la luz artificial (focos) que se reflejan en las partículas del aire. Esto lo puedes ver cuando sales de la ciudad en la noche y se ve un resplandor de luz en el cielo que está arriba de la ciudad.

La contaminación lumínica es una de las formas más generalizadas de alteración ambiental a la cual nos hemos acostumbrado y afecta gravemente nuestro ritmo biológico además de confundir e incluso matar insectos y aves migratorias (se estima que cerca de mil millones de aves mueren por contaminación lumínica en Norteamérica)

Otra consecuencia de esta contaminación lumínica es la contribución a aumentar el efecto invernadero en la atmósfera, ya que para producir tanta cantidad de energía lumínica se arrojan enormes cantidades de dióxido de carbono en la atmósfera.

Desgraciadamente, la contaminación lumínica también nos impide apreciar al 100% el espacio. Se calcula que un tercio de la población vive en lugares donde la contaminación lumínica es tan alta que impide distinguir la Vía Láctea en las noches.

Te dejo una imagen de cómo se vería el cielo nocturno sin esta contaminación en la ciudad:

contaminacion

Las ciudades más contaminadas lumínicamente están en Estados Unidos, Japón, Corea, India, Argentina, Canadá, Brasil, Rusia y México. Es por eso que cuando sales a tu patio muy pocas estrellas son visibles y cada vez será más complicado poder verlas. Estamos en uno de los países más contaminados y tenemos que tomar cartas en el asunto.

¿Y qué puedo hacer?

Evitar la contaminación lumínica no significa apagar las luces en la noche o estar a oscuras siempre; significa iluminar mejor los lugares, dirigiendo la luz hacia donde la necesitamos, es decir hacia abajo, hacia el suelo.

Lo más importante y mi objetivo con esta columna es que seas consiente de que este tipo de contaminación también nos afecta, muy sutilmente pero a la larga vemos los efectos en nosotros y en el medio ambiente.

Y como amante del espacio me preocupa que en el futuro perdamos la posibilidad de ver las estrellas, de admirar los planetas y la Luna. No quiero que las siguientes generaciones tengan un cielo por las noches completamente iluminado, en donde las estrellas sean borradas.

Espero te haya gustado la columna. Nos leemos la siguiente semana.

@TonioRenteria – Making the Future come Faster

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”