Se ha escuchado mucho recientemente de personas que toman pastillas o productos mágicos para bajar de peso. En algunas de mis columnas anteriores he abordado los temas de dietas, alimentos y/o productos milagros que se están usando y comercializando hoy en día.
Les cuento que hace poco tuve la oportunidad de acudir a un congreso del Colegio Mexicano de médicos cirujanos y especialistas en nutriología y obesidad, donde nos hablaban de estudios muy recientes sobre temas relacionados con la obesidad y el metabolismo del tejido adiposo. Uno de los temas que vimos es el uso de fármacos para tratar la obesidad. En este congreso se habla de diferentes terapias y fármacos que están siendo meticulosamente estudiados para probar su eficacia en el control de peso de pacientes con OBESIDAD. Hago hincapié en esto porque es importante resaltar que la obesidad esta diagnosticada como una ENFERMEDAD CRONICA, como la diabetes, asma, arterosclerosis, depresión, etc. Por lo tanto, estos medicamentos deben ser utilizados con el mismo cuidado y con un seguimiento médico como cualquier otra enfermedad crónica. Existe una controversia y discusión entre científicos con la FDA de los fármacos que deben de utilizarse para el tratamiento de la obesidad, ya que muchos de estos tienen efectos secundarios.
El problema es cuando las personas que insisten en bajar los 20 kilos que subieron durante los últimos 5 años, deciden bajarlos en un mes y para esto recurren a fármacos o suplementos “naturales” que supuestamente los ayuda a bajar de peso sin ningún riesgo para la salud. Estos productos usualmente son termogenicos, diuréticos, laxantes y fibra soluble.
Los termogenicos o “estimuladores del metabolismo” usualmente constan de cafeína, taurina, efedrina, etc. en los estudios hechos con estos tratamientos no se ha encontrado una pérdida significativa de peso y puede aumentar riesgos cardiovasculares como taquicardia, hiperventilación, cefaleas, entre otros efectos secundarios. Aparte, en los estudios describe que el uso regular de estos productos crean resistencia en el cuerpo por lo tanto deja de ser efectivo.
Los diuréticos y laxantes lo que hacen perder agua corporal. Esto puede provocar una deshidratación que puede llegar a coma o muerte si no se controla. La utilización de grasa como energía es un proceso hormonal y enzimatico, el sudor y los desechos no la eliminan.
El consumo de fibra excesiva puede hacer que se sienta saciedad, pero si no se consume la cantidad adecuada de líquidos o es excesiva tiene efectos secundarios como indigestión, malestar, diarrea y gases.
Actualmente no existen suplementos herbolarios o “naturales” para la reducción de peso que cumpla con todos los criterios para recomendar. Los únicos profesionales de la salud autorizados para recetar algún tipo de pastillas o medicamentos son los médicos. Cualquier nutriólogo, entrenador, comadre, o cualquier otra persona que te recete medicamentosno es una persona que cumpla la ética profesional de la salud.