Siete personas han sido detenidas hasta este sábado después de un ataque con arma blanca frente a las antiguas oficinas en París de la revista satírica Charlie Hebdo, incluido el presunto agresor.
Las autoridades antiterroristas calificaron los hechos como un ataque extremista islámico relacionado con Charlie Hebdo, que perdió a 12 empleados en un ataque de Al Qaeda en 2015. El semanario, que habitualmente se burla de figuras religiosas y otras figuras prominentes, recientemente volvió a publicar caricaturas del profeta Mahoma que indignaron a muchos musulmanes.
El presunto agresor había sido arrestado hace un mes por portar un destornillador, pero no estaba bajo vigilancia de la Policía por radicalización islámica, dijo el ministro del Interior de Francia, Gerald Darmanin. El funcionario agregó que el destornillador fue considerado un arma, sin explicar por qué.
El ministro del Interior precisó que el sospechoso llegó a Francia hace tres años como un menor no acompañado, al parecer procedente de Pakistán, pero su identidad continúa siendo verificada.
“Es evidentemente un acto de terrorismo islámico’‘, afirmó Darmanin en entrevista con el canal público France-2.
“Hay poca duda de ello. Es un nuevo ataque sangriento contra nuestro país: contra periodistas, contra esta sociedad”.
Otras siete personas fueron detenidas tras el ataque del viernes, pero una fue puesta en libertad, según funcionarios judiciales. Cinco de los detenidos fueron capturados en el suburbio parisino de Pantin, en una residencia donde se cree que vivía el sospechoso, dijo un policía.
Los dos heridos trabajan para la compañía de documentales Premieres Lignes, según el fundador Paul Moreira, quien le dijo a la televisora BFM que el atacante huyó al metro y que el personal de la empresa fue evacuado.
Moreira dijo que un hombre en la calle atacó con un machete a dos personas que estaban frente al edificio y huyó. Aseguró que la empresa no había recibido ninguna amenaza.
El fiscal Jean-Francois Ricard señaló que el agresor no conocía a las víctimas, una mujer y un hombre que trabajaban en una compañía productora de documentales que habían salido a fumar.
El ministro del Interior admitió que faltaba seguridad en la calle donde alguna vez tuvo su sede Charlie Hebdo, y ordenó protección especial para todos los “sitios simbólicos”, destacando en particular los sitios judíos antes de que se celebre la festividad del Yom Kippur este fin de semana. Un supermercado judío fue atacado días después de la masacre de la sala de redacción de Charlie Hebdo, en lo que las autoridades dicen que fueron ataques coordinados.
El sospechoso principal, un joven que tenía manchas de sangre en la frente y llevaba zapatos color naranja, fue detenido en las escalinatas de la Opera de la Bastilla, en el este de París, dijeron las autoridades. El lugar no dista del escenario del ataque del viernes, afuera del edificio donde se encontraba el semanario Charlie Hebdo antes del ataque de 2015.
Se abrió una investigación por “intento de homicidio en relación con una asociación ilícita con fines de terrorismo”, según la Fiscalía.
El primer ministro Jean Castex dijo que las vidas de los empleados heridos no estaban en peligro al tiempo que manifestó la solidaridad del Gobierno con las familias y colegas de las víctimas.
(Fuente: AP)