La boda con temática “Nazi” utilizó elementos como un Volkswagen con la bandera Nazi y la esvástica, teñido en colores café y verde; varios asistentes estaban vestidos como militares alemanes, como en el caso del esposo.
El hecho ha desatado controversia en redes sociales y por parte de organizaciones en pro de los derechos humanos que condenan la acción, por ser promotora de un discurso de odio.
“Nuestra institución condena enérgicamente la distorsión y banalización de la memoria de seis millones de hermanos judíos asesinados en el Holocausto”, declaró Ariel Gelblung, director de América Latina del Centro Simón Wiesenthal, organismo judío de derechos humanos.
El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), hizo hincapié en que las leyes de México prohiben el antisemitismo y bautizó el acto como una “manifestación de intolerancia”.
Por su parte, Fernando quien además es funcionario público, justificó su boda temática mencionando su postura: “Yo sé que para mucha gente Hitler es un genocida… pero la gente juzga sin tener información o por creer en la historia de los vencedores”.
El matrimonio posee dos hijos, quienes tienen nombres alusivos al hecho histórico: un niño de nombre “Reinhard” y una niña llamada “Hanna“.
A la fecha, se desconoce si alguna institución Mexicana aplicará algún tipo de sanción ante el hecho.