Este miércoles fueron detenidas cuatro personas presuntamente relacionadas con la masacre perpetrada el sábado 19 de junio en Reynosa, Tamaulipas.
Tras las detenciones, uno de los sicarios detenidos refirió que trabaja para un sujeto conocido como “El Maestrín”, y que la serie de ataques se perpetraron para que “se calentara la plaza”.
El martes, el fiscal del estado de Tamaulipas, Irving Barrios, comentó que la matanza de 19 personas sucedida en la ciudad de Reynosa se debió al choque entre grupos pertenecientes al Cártel del Golfo que operan en la zona para “sembrar terror” en la población y así ganar territorio.
“Los Metros operan en la ciudad de Reynosa, Los Escorpiones operan en Río Bravo, un municipio pegado a Reynosa, y Los Ciclones en Matamoros, al este, también sobre la frontera. Son tres fracciones”, detalló Barrios sobre la masacre a civiles ocurrida el pasado sábado.
Según relató, los Escorpiones y Los Ciclones se juntaron para “poder entrar a pelear con Los Metros”, por lo que buscaron sembrar miedo en la población para “desestabilizar”.
“Entraron disparando a todos lados, (…) se metieron a las tiendas, ingresaron a un taller mecánico, quitaron teléfonos, robaron vehículos, etcétera, todo con la intención de causar terror en la sociedad y desestabilizar la paz que venía habiendo desde hace algún tiempo”, agregó.
Tras 72 horas de los ataques, el único detenido, herido por la Policía estatal en el segundo de dos enfrentamientos, era Jonathan “R”.
De acuerdo con Barrios, esta hipótesis de los enfrentamientos dentro del mismo cártel es la que mas fuerza toma hasta el momento, a pesar de lo inusual de este tipo de ataques en dicha zona fronteriza.
“Veníamos de tendencia de delitos a la baja y esto viene a ser una mutación en la forma de operar de los grupos criminales aquí en la frontera con Estados Unidos”, concluyó el fiscal.
Los tiroteos de los delincuentes el sábado provocaron la movilización del Ejército, la Guardia Nacional, la Policía estatal y la Fiscalía del Estado, que se desplegaron por toda la ciudad.
Estos hechos suceden en un contexto en el que la violencia no cesa en México, que tuvo los dos años más sangrientos de su historia en 2019, con 34 mil 682 asesinatos, y 2020 con 34 mil 554.
Apenas este lunes, la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana reportó dos mil 963 homicidios en mayo, el mes más violento en 2021 y uno de los 10 más sangrientos del sexenio pasado.