El gobernador del Banco de México (Banxico), Alejandro Díaz de León, señaló que la banca comercial en México podría enfrentar complicaciones una vez que terminen los programas que implementaron de diferimientos de pagos, por lo que es prudente que las instituciones cuenten con las reservas necesarias para mitigar los efectos adversos por posibles incumplimientos.
“Es prudente que la banca comercial considere que cuando este diferimiento de pagos pudiera irse normalizando, a lo mejor no todos los acreditados van a tener la misma potencia que tenían para cumplir con sus adeudos previos a la pandemia, y en ese sentido creo que refleja una política prudente el tratar de tener reservas para poder enfrentar posibles contingencias”, señaló Díaz de León en entrevista con El Financiero.
Indicó que la banca entró a este proceso de dificultad por la pandemia con niveles sólidos en capital y liquidez, y las medidas de diferir el pago de capital e intereses les dio oxígeno necesario para hacer frente a esta situación de emergencia.
Por otro lado, el funcionario consideró que debido a la magnitud de la severidad económica, algunos sectores y segmentos, sobre todo las micro y pequeñas empresas, pueden ser más vulnerables a una caída en sus ingresos. Además, subrayó que el incremento de reservas por parte de la banca refleja una política prudente para poder enfrentar posibles contingencias.
Los niveles de morosidad de la banca se han mantenido estables, y no reflejan un mayor incumplimiento, debido a los programas para diferir los pagos.
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el índice de morosidad (IMOR) ser ubicó en el 2.14% en junio, ligeramente por debajo del 2.34% de mayo y en un nivel similar al del cierre de 2019.
En tanto, el saldo de las reservas contra riesgos crediticios sumó 198 mil 509 millones de pesos a junio, lo que implicó un crecimiento de 17% en el año.