El exgobernador de Puebla, Mario Marín, se reservó el derecho a declarar durante su audiencia en el Cereso de Cancún.
En la comparecencia, Marín conoció la acusación que presentó en su contra la Fiscalía General de la República (FGR) como presunto responsable del delito de tortura en agravio de la periodista Lydia Cacho.
De acuerdo con los primeros reportes, la defensa de Marín pidió al juez la duplicidad del término constitucional, que son 144 horas, para resolver su situación jurídica.
Marín solicitó seguir su proceso en arraigo domiciliario por una enfermedad del riñón, peligro de contagio de COVID-19 y su edad, sin embargo esa petición le fue negada.
Cabe señalar que el delito del que está acusado el exgobernador está tipificado como grave y no albana libertad bajo fianza.
Marín fue trasladado al Cereso de Cancún, en Quintana Roo, tras su detención por parte de elementos de la FGR en Acapulco, Guerrero.
Marín era buscado desde hace caso dos años, después de que en abril de 2019 una jueza de Quintana Roo emitiera una orden de aprehensión contra cuatro personas: el exgobernador, el empresario José Kamel Nacif, el exjefe de la policía estatal, Adolfo Karam, y su director de mandamientos judiciales, Juan Sánchez.
El empresario y el exgobernador Marín habrían pactado detener a la periodista Lydia Cacho por el delito de difamación y calumnia tras una investigación relacionada con la pederastia.