El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, pidió el martes a Estados Unidos que no financie a partidos de oposición con los fondos de cooperación económica que antes estaban destinados a apoyar algunas instituciones estatales de su país.
“Donde (USAID, Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional) quiera regalar su dinero, pues lo puede hacer, mientras no sea financiando movimientos políticos de la oposición, porque eso es ilegal (…) En lo personal creo que fuera bueno que invirtieran en organizaciones de verdad y no organizaciones de la oposición”, sostuvo en rueda de prensa.
El viernes, Estados Unidos informó que redirigirá la cooperación que la USAID proporcionaba a la Policía y al Instituto de Acceso a la Información en El Salvador, para dárselo la sociedad civil para la lucha contra la corrupción.
Esa medida la adoptó tras cuestionar algunas decisiones del Congreso afín a Bukele.
El gobernante aseguró que no tienen la intención de pedir a Estados Unidos que restituyan los fondos que les retiraron. “No vamos a buscar reorientación [de los fondos]”, dijo.
La reacción del mandatario se produjo luego que un diputado afín al gobierno anunciara un posible viaje a Washington de la canciller, Alexandra Hill, para abogar por la ayuda.
Estados Unidos se distanció de Bukele luego de que la recién instalada Asamblea Legislativa, dominada por el oficialismo, destituyera el 1 de mayo a un grupo de magistrados y al fiscal general, provocando una condena internacional y de sectores de la oposición, que denunciaron un atropello a la separación de poderes.
“El respeto hacia un poder judicial independiente, el compromiso con la separación de poderes y una sociedad civil fuerte son componentes esenciales de cualquier democracia”, subrayó la USAID.
Tras la decisión del Congreso de El Salvador, la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, aseguró que Washington debía “responder”, y el enviado especial de Joe Biden para el Triángulo Norte de Centroamérica, Ricardo Zúñiga, exhortó a reponer a los destituidos.
“Ya hemos dicho bien claro que los cambios del 1 de mayo son irreversibles, y nosotros ya pasamos la página (…) Ya ni siquiera discutimos eso en nuestras reuniones”, enfatizó Bukele el martes.
En Estados Unidos viven 2,5 de los 3 millones de salvadoreños que residen en el exterior y el envío de sus remesas representa el 22% del PIB del país.
(Fuente: AFP)