El lunes pasado, en el marco de #UnDiaSinEllas subí a mi fanpage un video en vivo en el cual reflexionaba sobre ese día y hacía hincapié en el trabajo de Paola, Marcela y Miriam, quienes son pieza fundamental de mi equipo y cuya ausencia fue notoria. Ese día también como parte de esa reflexión subí a facebook una serie de infografías en fondo morado que buscaban despertar conciencia, algunas, y otras provocar la reacción tanto de hombres y mujeres en torno al tema. Por ejemplo: “Hubieran sido más en la marcha de ayer, pero un hombre las mató” o “Los monumentos se reparan, las vidas de las mujeres no”.
El resultado fue por demás interesante y me demostró que existe una parte de la sociedad que se niega a comprender que existe una situación de violencia por la que atraviesan las mujeres de nuestro país. Comentarios como “Eres un oportunista”, “Te estás subiendo la tren” o “No tenían porqué rayar los monumentos” demostraron que, sin importar la forma en la que se apoye o quien les apoye, terminarán criticando e insultando a quienes buscamos generar conciencia sobre la situación.
Para ser honesto, los insultos y los reproches no me molestan. Mi apoyo a la causa es genuina y durante años lo he demostrado con hechos, ya sea con donativos personales o donando mi salario como funcionario público a asociaciones que atienden el tema u organizando eventos o mediante iniciativas en favor de las mujeres.
Lo que me preocupa es esta venda en los ojos que una parte de la sociedad insiste en mantener. Que se regatee el apoyo a la causa mediante argumentos tan vacíos como el “hay formas”. Por el contrario, para mi queda claro queda claro que para quienes han sido víctima de violencia o acoso, para quienes han perdido a una mujer amada por culpa de la violencia de una machista definitivamente NO HAY FORMAS QUE VALGAN.