El 2015 ha sido un año de grandes retos para la economía de nuestra nación: la disminución del precio del petróleo, el alza en las tasas de interés y la apreciación del dólar son algunos de los sucesos que han puesto a prueba las finanzas públicas de los gobiernos de nuestro país. Durante los últimos meses de 2015, los tres órdenes de gobierno comenzaron un proceso de planeación para el próximo año, lo cual permitirá priorizar proyectos y llevar a cabo una adecuada administración de los recursos, tomando en consideración la perspectiva de ingresos para 2016.
Este año nuevo le brinda la oportunidad a los gobiernos subnacionales de hacer una planeación más eficiente de su gasto, considerando la disminución prevista en ingresos.
La mayoría de los estados y municipios del país enfrentan grandes desequilibrios financieros. El Gobierno Federal ha recaudado menores ingresos derivados de la venta del petróleo y por lo tanto se prevé una posible disminución en el reparto de participaciones a estados y municipios. Este año nuevo le brinda la oportunidad a los gobiernos subnacionales de hacer una planeación más eficiente de su gasto, considerando la disminución prevista en ingresos. Si bien es cierto que una gran parte del gasto de la administración pública no es posible que sea detenido abruptamente sin que esto signifique una contención de la actividad económica, si se pueden lograr ahorros importantes que ayuden a disminuir el desequilibrio financiero.
La contención del gasto y el incremento de los ingresos deben de ser una prioridad de los tres órdenes de gobierno para 2016 y este esfuerzo se debe de ver reflejado en un mayor número de proyectos y servicios para la sociedad.
Además de los ahorros que se puedan dar en el interior de las administraciones gubernamentales, será de gran importancia los esfuerzos que se realicen para aumentar la recaudación. Muchos estados y municipios han modificado las tasas de algunos impuestos y propuesto nuevos gravámenes que entrarán en vigor en 2016. Lo anterior, aunado con la estrategia para incrementar la eficiencia en la recaudación, puede elevar significativamente los ingresos del gobierno. La contención del gasto y el incremento de los ingresos deben de ser una prioridad de los tres órdenes de gobierno para 2016 y este esfuerzo se debe de ver reflejado en un mayor número de proyectos y servicios para la sociedad, pero sobre todo de mayor calidad.
La experiencia nos dice que en los primeros meses de cada año el gobierno recibe la mayor proporción de sus recursos, pero esta abundancia de ingresos debe de ser administrada correctamente. El incremento de ingresos de unos meses debe de ser utilizado para compensar la caída de ingresos que se tenga en otros periodos del año. Es por lo anterior que resulta de gran importancia el ejercicio de planeación presupuestal, el cual debe de ser el resultado de un proceso de análisis detallado sobre la condición actual del gobierno y los objetivos que se desean alcanzar. Este 2016 representa para los estados y municipios una gran oportunidad para sanear las finanzas públicas. La priorización del gasto es un proceso continuo que debe de ir enlazado con un esfuerzo en la recaudación, pero el mejor momento para comenzar este ejercicio de optimización de recursos es el inicio de un año.
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