El Banco Mundial (BM) ha ajustado a la baja sus proyecciones económicas para México tanto para este año como para el próximo, en respuesta a un entorno internacional menos favorable y a una creciente incertidumbre en torno a las políticas comerciales de sus principales socios, caracterizadas por el incremento en los aranceles. En la presentación del Reporte Económico de América Latina y el Caribe (LASER, por sus siglas en inglés), se detalló que la estimación de crecimiento para 2025 se redujo de 1.5% -prevista en octubre del año pasado- a 0%, y la correspondiente a 2026 pasó de 1.6% a 1.1%. Además, el informe incluye por primera vez un pronóstico para el Producto Interno Bruto (PIB) de México en 2027, proyectando un posible repunte económico de 1.8%.
El documento destaca que, ante este panorama, se ha observado un ajuste alineado con el fenómeno del nearshoring. No obstante, advierte que el índice de incertidumbre en política comercial ha mostrado un aumento sostenido en la última década, manteniéndose por encima de los niveles registrados antes de 2015.
En cuanto a las perspectivas para América Latina y el Caribe (ALC), el informe anticipa un crecimiento económico del 2.1% en 2025 y del 2.4% en 2026, posicionando a la región como la de menor expansión a nivel global. El reporte subraya que la baja inversión, el alto endeudamiento y un contexto externo volátil son factores que limitan el desarrollo regional. También remarca que el déficit fiscal sigue siendo elevado en las principales economías latinoamericanas, aunque algunos países han comenzado a implementar acciones para reducir el déficit primario, como el retiro gradual de los apoyos implementados durante la pandemia y la adopción de reformas fiscales orientadas a aumentar la recaudación. A pesar de estos esfuerzos, no se ha logrado equilibrar el presupuesto debido a que el pago del servicio de la deuda continúa absorbiendo una proporción considerable de los recursos públicos.
Si bien se han registrado ciertos avances en el control de la inflación, los déficits fiscales siguen siendo motivo de preocupación. Se estima que la relación deuda-PIB alcanzará el 63.3% en 2024, comparado con el 59.4% de 2019.
El vicepresidente para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, Carlos Felipe Jaramillo, señaló que “el panorama económico mundial ha cambiado drásticamente, marcado por mayores niveles de incertidumbre”. Hizo un llamado a los países a “recalibrar sus estrategias e impulsar reformas audaces y prácticas que impulsen la productividad y la competitividad. También, abordan las brechas persistentes en infraestructura, educación, comercio y gobernanza para garantizar la creación de empleo y mejores oportunidades para las empresas y los ciudadanos.”