Un nuevo sistema de justicia penal se aplicará en el país a partir de este año con alrededor de 10 reformas a artículos que por años han sido acusados de arcaicos e ineficientes.
De los 387 Centros de readaptación social que existen en México, 210 presentan problemas de sobrepoblación; con una población carcelaria de 257-291 cuando solamente se tiene capacidad 203-228 en un claro problema de control en el sistema privatorio. Lo esperanzador es que se eliminan gradualmente prácticas de “presunto culpable” y se acerca mucho más a un sistema en donde se investigue en base a la inocencia hasta demostrar lo contrario.
De los cientos de miles de presos en México, un gran porcentaje considera haber sido privado de su libertad bajo pruebas endebles, falta de acceso a representación jurídica o desconocimiento de sus derechos ante el sistema.
La aplicación de un nuevo sistema busca acabar con las malas prácticas del proceso normativo penal, garantizar el acceso a una justicia más humana y a un trato digno, así como la presunción de inocencia en carácter de reparación de daños a las víctimas.
Como ciudadano, he tenido la oportunidad de presenciar diversas audiencias con el fin de aprender de los juicios orales, materia en la que los litigantes aún no están del todo capacitados. Sin embargo, el ejercicio me resulta agradable y satisfactorio en pro de la transparencia que tanto hemos solicitado.
Me pronuncio a favor del NSJP por cuestiones de derechos humanos, por un sistema de justicia igualitario, por un equilibrio de oportunidades y porque deja menos intervención a “lo oscurito” donde solían resolverse los casos en beneficio del negocio o bajo la ley del más influyente.
Ahora, de los cientos de miles de presos en México que han sido juzgados en el sistema anterior, ¿cuántos podrán acceder a ser acusados bajo el nuevo sistema? Sería un justo golpe a los años de impunidad y corrupción que promovían las viejas prácticas.
El nuevo sistema no sólo depende del correcto apego de las autoridades sino de la correcta cultura con la que los ciudadanos lo adoptemos.
Como siempre y como todo, el nuevo sistema no sólo depende del correcto apego de las autoridades sino de la correcta cultura con la que los ciudadanos lo adoptemos. Ojo: no se trata de ahora delinquir con mayor facilidad, como seguramente muchos delincuentes de oficio querrán tomarlo. Nunca falta el inteligente que ve en las lagunas legales la oportunidad idónea para justificar su poco valor cívico.
¡Bienvenido nuevo sistema de justicia penal! Un paso contundente contra la impunidad en México.
¡Bienvenido nuevo sistema de justicia penal! Un paso contundente contra la impunidad en México.
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