Nicolas Sarkozy, expresidente de Francia, fue liberado de la prisión de La Santé después de 20 días, tras recibir la libertad condicional del Tribunal de Apelación de París. Condenado a cinco años por corrupción, podrá salir de prisión bajo condiciones estrictas, como la prohibición de abandonar el país y de contactar al ministro de Justicia, Gérard Darmanin.
Durante la audiencia, Sarkozy expresó que no representaba un riesgo de fuga y describió la cárcel como una “pesadilla”. A pesar de las dificultades, agradeció al personal penitenciario por hacer más soportable su estancia en prisión.
El expresidente de 70 años también reiteró sus acusaciones de “manipulación” relacionadas con documentos que lo vinculaban a hombres de confianza de Muamar Gadafi, en un escándalo que implicaba la obtención de fondos para su campaña presidencial de 2007.
La decisión judicial llegó tras una sesión en la que Sarkozy, visiblemente fatigado, respondió preguntas por videoconferencia. Durante el proceso, estuvo acompañado por su familia.