El Vaticano ha informado este lunes por la tarde del fallecimiento del papa Francisco, ocurrido a las 7:35 a. m., a los 88 años, a causa de un ictus seguido de una “insuficiencia cardíaca irreversible”. La Santa Sede también ha difundido el testamento del Pontífice, donde se manifiesta su deseo de ser enterrado de forma sencilla.
En el documento, fechado en junio de 2022, Francisco expresa su voluntad de reposar en la basílica de Santa María la Mayor, “en el nicho de la nave lateral entre la Capilla Paulina y la Capilla Sforza”. El Papa señala: “Siempre he confiado mi vida y mi ministerio sacerdotal y episcopal a la Madre de Nuestro Señor, Santa María […] Deseo que mi último viaje terrenal termine precisamente en este antiguo santuario mariano donde iba a orar al inicio y al final de cada Viaje Apostólico a confiar con confianza mis intenciones a la Madre Inmaculada y agradecerle su dócil y materno cuidado”.
Además, establece que “el sepulcro debe estar en la tierra, sencillo, sin decoración particular y con la única inscripción: Francisco”. Y añade:
“Los gastos para la preparación de mi entierro serán cubiertos por la suma del benefactor que he dispuesto, para ser trasladado a la Basílica Papal de Santa María la Mayor y he proporcionado instrucciones pertinentes a Mons. Rolandas Makrickas, Comisionado Extraordinario del Capítulo Liberiano”.
El certificado de defunción emitido por el Vaticano detalla que el Papa sufrió un derrame cerebral que derivó en coma y en un “colapso cardiocirculatorio irreversible”. Esta condición se produjo “en un sujeto afectado por” una insuficiencia respiratoria aguda previa debido a una neumonía bilateral multimicrobiana, múltiples bronquiectasias, hipertensión y diabetes tipo II. El fallecimiento se confirmó mediante un electrocardiograma, según explicó el profesor Andrea Arcangeli, Director del Departamento de Salud e Higiene de la Ciudad del Vaticano.
Está previsto que el cuerpo del Pontífice sea trasladado el miércoles a la Basílica de San Pedro para que los fieles puedan rendirle el último homenaje. Desde primeras horas del lunes, numerosos creyentes han comenzado a congregarse en la plaza vaticana, mientras líderes de todo el mundo expresan su pesar y destacan el compromiso de Francisco con los migrantes, los más necesitados, la paz mundial y el cuidado del medioambiente.