Durante su primer año de mandato, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador gastó tres veces más recursos para la renta de automóviles que el último año de la Administración de Enrique Peña Nieto.
De acuerdo con información de Compranet, la contratación pasó de 1 mil 932 millones de pesos en 2018 a 6 mil 443 millones de pesos en 2019. Lo que significa un incremento de 233%.
El monto contrasta con lo destinado a ese mismo rubro en 2018, cuando se asignaron 1 mil 932 millones de pesos en contratos con la clave de compra “3250″ correspondiente a “arrendamiento de automóviles”.
La empresa Jet Van Car Rental ha sido la más beneficiada, con contratos que ascienden a los 3 mil 150 millones de pesos.
La Secretaría de Bienestar ha sido de las que más han recurrido a ese servicio, con 1 mil 295 millones de pesos.
Quienes en su mayor parte han dado el servicio a la dependencia, son las empresas Casanova Vallejo (con un contrato de 630 millones de pesos) y Lumo Financiera del Centro (con un contrato por 345 millones de pesos).
Bienestar justifica el gasto argumentando que es un servicio necesario para operar la entrega de recursos en efectivo de programas sociales, y al incrementar el número de beneficiarios, también aumentó la necesidad del servicio para el reparto.
Cabe destacar que la contratación del arrendamiento de autos fue una compra consolidada realizada desde la Secretaría de Hacienda en 2019 para proveer el servicio de 6 mil 494 vehículos para 101 dependencias y organismos del Gobierno Federal.
La dependencia eligió a 7 empresas y aseguró a través de un boletín que significaría un ahorro de 74 millones 600 mil pesos por mes durante tres años.
Sin embargo, de forma paralela, las dependencias firmaron contratos por su cuenta.
Actualmente, se ha dado cuenta de algunos incumplimientos de parte de las empresas contratadas
Jet Van Car ya tuvo retrasos en el cumplimiento del servicio con Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), por lo que se prevé imponerle una sanción contratos según reportó el periódico El Heraldo.
Casanova Vallejo tenía un antecedente negativo en 2018, cuando entregó ambulancias que “no cumplían en su totalidad con los términos de entrega establecidos en los contratos”.
Por ejemplo, 279 unidades no cumplieron con las placas requeridas para ambulancia y presentaron tarjeta de circulación vencida y 99 no tenían llantas de refacción, tuvieron extintores vacíos o caducos, no contaron con la base de camilla móvil; “y se observó que no se recibieron ambulancias sustitutas de aquellas que se enviaron a taller y ambulancias que se enviaron a reparación a taller regresaron con las mismas fallas”.
Sin embargo, se convirtió en la segunda empresa más beneficiada con contratos en 2019 por 1 mil 320 millones de pesos, de los cuales, 837 millones de pesos fueron a través de la compra consolidada.
(Fuente: El Mañanero Diario)