Acusan ‘mordidas’ para citas con el SAT

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Se ha reportado una disminución en la cantidad de personal en las oficinas administrativas del Servicio de Administración Tributaria (SAT) en Nuevo León, ante esto, los contribuyentes han tenido que acudir a “coyotes” para que los atiendan en la Entidad o viajar a ciudades de estados vecinos donde haya más disponibilidad de citas.

De acuerdo a fuentes consultadas por el periódico El Norte y que pidieron mantenerse en el anonimato, incluso antes de la pandemia esto ya ocurría, desde entonces se había generado un mercado negro de citas, por las cuales pagaban personas físicas o morales que tenían urgencia de realizar un trámite. Los pagos sería de 3 mil a 8 mil pesos la cita.

Otra de las fuentes señaló que muchas citas disponibles “se arreglan” entre alguien interno del SAT y un intermediario externo, generalmente un empleado de algún despacho: “El contribuyente paga en efectivo la cita al intermediario externo y éste le entrega parte al empleado del SAT, quien luego facilita la cita rápida“. No obstante, aclaró, también hay casos de intermediarios que no cobran nada, ya que sólo tratan de ayudar a sus clientes y usan sus contactos.

El propio SAT señaló a través de un comunicado el pasado 2 de agosto que había detectado procesos irregulares en las citas en varios estados, incluyendo Nuevo León, y que estaba atendiendo el problema. Se estima que el SAT está trabajando en Nuevo León a un 50% de su personal.

Otro de los trámites que han aumentado fue el de las personas que tuvieron que acudir a darse de baja, al cerrar su negocio, o bien, de las personas que fueron despedidas y que han querido dar de alta en el SAT para emprender un negocio. Se han cancelado también mil 777 citas en Nuevo León precisamente derivada de una revisión que realizó el SAT sobre citas irregulares. 

Por último, “hay contribuyentes verdaderamente desesperados“, expuso una de ellas, al indicar que sin la e-firma no se pueden pedir devoluciones mayores, ni realizar ciertas acreditaciones, por lo que temen que luego el fisco les reclame mayores pagos y multas.

Con información de El Norte