Autoridades de Nuevo León intervinieron una fiesta clandestina con 350 a 400 menores, tras la denuncia de un padre que alertó que su hija estaba incomunicada en la propiedad.

La Secretaría de Seguridad recibió primero un reporte por ruido, pero no encontró el lugar. Horas después, tras la denuncia del padre, los policías regresaron al Fraccionamiento San Patricio y localizaron la casa del evento.

La propiedad era un inmueble abandonado alquilado para este tipo de reuniones, organizadas principalmente por WhatsApp. Según autoridades, los menores estaban resguardados y no podían salir por sí mismos.

Once personas fueron detenidas durante la intervención por portar un arma de fuego, equipos de comunicación, cascos balísticos, básculas y más de 100 mil pesos en efectivo, además de varias botellas de alcohol.

Los menores fueron entregados a sus padres y los detenidos trasladados al Ministerio Público para iniciar investigaciones.