“Desde la fundación de AFP en agosto de 1944, hemos perdido periodistas en conflictos, hemos tenido heridos y prisioneros en nuestras filas, pero ninguno de nosotros recuerda haber visto morir de hambre a un miembro de nuestro personal”, alertó el lunes 21 de julio la Sociedad de Periodistas de AFP, expresando preocupación por los diez reporteros que permanecen en Gaza.
Varios de ellos se encuentran en condiciones críticas por la falta de alimento. Bashar, fotógrafo de 30 años, compartió su situación en redes sociales: “Estoy delgado y ya no puedo trabajar”, escribió el sábado 19 de julio en Facebook. Desde febrero, vive en las ruinas de su casa en la Ciudad de Gaza, acompañado de su madre, sus hermanos y la familia de uno de ellos.
La ONU y diversas ONG han advertido reiteradamente sobre la inminente hambruna en Gaza, donde el asedio israelí se ha intensificado tras el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023.
“Vemos cómo su situación empeora. Son jóvenes y sus fuerzas les flaquean. La mayoría ya no tiene la capacidad física para desplazarse por el enclave y realizar su trabajo. Sus desgarradores gritos de socorro son ahora diarios”, señala AFP en un comunicado.
A pesar de que los reporteros aún reciben su salario, esto ya no garantiza su supervivencia. “No hay nada que comprar, o lo tienen a precios desorbitados (…) Nos arriesgamos a saber de sus muertes en cualquier momento, y esto es insoportable para nosotros”, denuncia el sindicato.
La movilidad dentro del enclave está severamente restringida. “Viajar en auto equivale, en cualquier caso, correr el riesgo de ser blanco de la fuerza aérea israelí. Por lo tanto, los periodistas de AFP viajan a pie o en carretas tiradas por burros”, advierte el sindicato.
El personal de AFP, junto con algunos otros medios locales, sigue siendo de los pocos que documentan lo que ocurre en Gaza, dado que la prensa internacional tiene prohibida la entrada desde hace casi dos años.
De igual manera, Reporteros Sin Fronteras (RSF) informa que más de 200 periodistas han sido asesinados por el ejército israelí en Gaza desde octubre pasado. “Al ritmo en que mueren periodistas en Gaza, pronto no quedará nadie para informar”.