Este lunes concluye el plazo de 10 días que jueces federales otorgaron a Emilio Lozoya Austin para ser atendido de padecimiento clínicos que presentaba a su arribo a México, tras ser extraditado de España el 17 de julio pasado.

Cabe mencionar que hasta el momento, ni el Poder Judicial de la Federación ni la Fiscalía Genera de la República ni la defensa de Lozoya habían oficializado si ese plazo se amplió o el ex director de Pemex ya está en condición de comparecer ante los jueces de control.

El ex director de Pemex enfrenta acusaciones por lavado de dinero, asociación delictuosa y cohecho relacionados con los casos Odebrecht y Agro Nitrogenados, y se le giraron dos órdenes de aprehensión.

La primer orden fue liberada el 25 de mayo de 2019 por Artemio Zúñiga, por lavado de dinero por el presunto soborno de 3.5 millones de dólares que Lozoya recibió de Altos Hornos de México (AHMSA) para que Pemex comprara a la acerera y planta “chatarra” Agro Nitrogenados.

La segunda orden fue liberada el 4 de julio de 2019 por el juez Jesús Eduardo Vázquez Rea, por lavado de dinero, asociación delictuosa y cohecho, por el caso de supuestos sobornos por 1.2 millones de dólares en el caso Odebrecht.

Ambos jueces están adscritos al Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Norte de la Ciudad de México donde Lozoya tendría que comparecer.

Por otro lado, su madre, Gilda Margarita, su esposa Marielle Helene Eckes, y su hermana Gilda Susana, estando imputada por los mismos casos; la primera está en prisión domiciliaria y las otras, prófugas de la justicia.

Lozoya llegó a la Ciudad de México el 17 de julio y, de acuerdo con la FGR, a su llegada le leyeron sus derechos y se le informó que le estaban ejecutando las órdenes de aprehensión y que desde ese momento quedaba en calidad de detenido.