Últimamente se ha creado mucho furor con respecto a la noticia exhibida por Bloomberg respecto a que “Durante la negociación del TLCAN, se buscara presionar al gobierno mexicano para incrementar los sueldos mínimos”. Para muchos puede ser una innovación, un apoyo para la sociedad, hasta un movimiento positivo del gobierno americano para favorecer a la sociedad mexicana. Pero la realidad no es así, México, ya se encontraba en pláticas para incrementar el salario mínimo en general, todo debido a las normas impuestas en, el ahora difunto, Acuerdo Transpacífico de cooperación.
El gobierno de Obama presiono al acelerar la firma de dicho tratado, donde no solo estipulaban la creación de nuevos salarios mínimos en múltiples países, sino también el renegociar los estatutos laborales y crear mejores estándares laborales entre todos aquellos países miembros. Pero ahora tenemos una nueva negociación en mano, liderada por el presidente de los Estados Unidos que, como hemos podido observar, tiene poco de negociador y más de impositor.
Pero veamos desde otra perspectiva, ¿Que conllevaría el aumentar los salarios mínimos en México?
Bueno, inicialmente mejoraría las oportunidades de múltiples trabajadores al aumentar sus ingresos, pero al mismo tiempo crearía nuevas problemáticas para pequeñas y medianas empresas que aún no han logrado estabilizar sus ganancias. Aunado a esto, las empresas mexicanas se ven constantemente ahogadas con impuestos duros, revisiones constantes y sin mencionar los costos que, por ley, deben de cubrir por parte de sus empleados, como lo son el seguro social, aguinaldos y demás.
Entonces, ¿Realmente estamos viendo un beneficio directo?
En mi opinión si es necesario que incremente el salario mínimo mexicano. Nos hemos quedado rezagados ante los aumentos en los costos de vida y la necesidad de otorgar mejores oportunidades a nuestra sociedad. El problema es simple, no existe en realidad una base para implementar directamente los aumentos sin afectar en general a la cadena laboral. Necesitamos reestructurar nuestras políticas fiscales y también otorgar beneficios tributarios a nuevas empresas. Así como mejorar las leyes laborales para que por fin exista un beneficio para tanto empleado como empleador.
La renegociación del TLCAN aún ni ha comenzado, por lo tanto todavía no podemos analizar ni percibir los posibles beneficios o daños que pueda atraer esto a la mesa. México tiene que imponerse ante el gobierno de los Estados Unidos, pues ellos también han creado una necesidad del comercio constante con nuestro país. En todo caso podríamos ver una nueva oportunidad en el comercio con Canadá, atrayendo nuevas inversiones de este gran país del norte y promocionando productos mexicanos en sus mercados. Los cuales aún no han sido tan explotados como el americano por nuestras empresas nacionales.