En enero de 2013, el entonces gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, anunció que el sector del campo recibiría una inversión “sin precedente” en el estado; sin embargo, la entrega de recursos presuntamente fue simulada a través de un “programa fachada” y de la falsificación de comprobantes, de acuerdo con un reportaje de Expansión.
El desvío de recursos se observó a partir de los ejercicios presupuestales de 2015 y 2016. Según los documentos, en poder de Expansión, para 2015 las irregularidades sumaron 1,522 millones de pesos, mientras que para el 2016 alcanzaron 1,850 mdp.
Por su parte, Rafael del Pozo, titular de la Contraloría del estado, estimó que la cantidad de recursos para el campo en la que detectaron irregularidades es de cerca de 5 mil millones de pesos.
Este dinero fue destinado al programa de “Impulso a la Competitividad del Campo“, para apoyar a unos 30 mil campesinos con los cultivos de maíz, hortalizas, chile y frijol, pero los apoyos nunca llegaron a manos de los campesinos, según Expansión.
El portal informó que la Sedari no abrió una cuenta bancaria específica para depositar los fondos, sino que fueron enviados a una que controlaba un funcionario de la dependencia, y luego dispersados por medio de cheques a trabajadores.
Expansión señaló que para acreditar la entrega de recursos a sus legítimos destinatarios, las autoridades crearon una “lista de raya” con nombres y números de credenciales de elector falsas, presuntamente firmadas por los campesinos beneficiarios.
Por esta denuncia, funcionarios de la Sedari son investigados por la Fiscalía General de Quintana Roo.