La empresa estadounidense Johnson & Johnson detuvo sus ensayos clínicos de la vacuna contra el COVID-19 debido a que uno de los participantes presentó una enfermedad inexplicable.
En un comunicado, la farmacéutica indicó que la sintomatología del voluntario afectado del estudio ENSEMBLE, nombre del proyecto de producción de la vacuna, había sido sometida a revisión.
“Siguiendo nuestras pautas, la enfermedad del participante está siendo revisada y evaluada por la Junta de Monitoreo de Seguridad de Datos (DSMB) independiente de ENSEMBLE, así como nuestros médicos internos clínicos y de seguridad. Los eventos adversos, incluso los que son graves, son una parte de esperada de cualquier estudio clínico, especialmente los estudios grandes”, se lee en el comunicado de la empresa.
Este ha sido el segundo ensayo de fase 3 de la vacuna contra el coronavirus que se ha detenido. Hace una semanas AstraZeneca pausó el suyo el mes pasado a causa de una complicación neurológica observada en uno de pos voluntarios de Reino Unido.
Aunque el estudio de AstraZeneca se reanudó ya en varias partes del mundo, no se ha retomado en Estado Unidos, dado que la investigación de la Administración de Medicinas y Alimentos de Estados Unidos (FDA) no ha concluido.