La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) subió la tasa de interés de referencia a 4.25 por ciento, luego de mantenerla sin cambios en dos ocasiones consecutivas previas y en un contexto en el que la inflación aumentó más de lo previsto.
El banco central tiene como mandato único la estabilidad de precios y cuenta con un rango objetivo de una inflación de 3 por ciento +/- un punto porcentual.
Esta es la primera alza desde diciembre de 2018 y que tendrá efecto a partir de este 25 de junio de 2021.
De acuerdo con el anuncio de política monetaria del banco central, este decisión se tomó por mayoría, en un contexto en que la inflación general anual superó un nivel de 6 por ciento en la primera quincena de junio.
Aunque se prevé que los choques que han incidido sobre la inflación son de carácter transitorio, por su diversidad, magnitud y el extendido horizonte en el que han venido afectando, éstos pueden implicar un riesgo para el proceso de formación de precios.
El Banxico explicó que las cadenas de suministro y los procesos productivos de diversos bienes y servicios siguen afectados por la pandemia y ello ha ocasionado choques adicionales a los previstos en la inflación general y subyacente, que alcanzaron tasas anuales de 6.02 y 4.58 por ciento en la primera quincena de junio.
La más reciente encuesta de expectativas publicada por Citibanamex prevé que al cierre del año, la tasa de referencia se ubique en 4 por ciento, otras instituciones financieras como Barclays, Banorte y Santander proyectaron un incremento que podría darse, posiblemente, en septiembre.
En ese sentido, tomó por sorpresa a los analistas que no esperaban este ajuste.
A finales de año, Alejandro Díaz de León dejará su puesto como gobernador de Banxico, y será reemplazado por Arturo Herrera, una vez que sea aprobado por el Senado.
Pero especialistas han señalado preocupaciones que a raíz del cambio de titular, y con una mayoría de miembros en la Junta de Gobierno nominados por Andrés Manuel López Obrador, comience a mirar más el crecimiento económico como factor para sus decisiones de política monetaria, pese a que el PIB no es parte de su mandato.
(Fuente: El Mañanero Diario)