Al menos siete agentes de la Policía de Minneapolis han renunciado y otros siete están en proceso de dimisión.
Los oficiales comentaron que su decisión se debía a que los líderes del departamento, cuya continuidad fue puesta en duda luego de que el Consejo de la ciudad prometiera desmantelarlo, no les han brindado el apoyo necesario a medida que las manifestaciones por el asesinato de George Floyd han ido en aumento.
De acuerdo con The Minneapolis Star Tribune, un diario local, a los oficiales les molestó la decisión del Alcalde Jacob Frey, quien optó por abandonar la estación del tercer recinto durante las protestas. Dicho inmueble fue incendiado la noche del 28 de mayo por manifestantes.
Igualmente, señalaron medios de la ciudad, los integrantes del cuerpo de seguridad se quejaron porque, durante las protestas en contra de la brutalidad policial y el racismo, algunos protestantes les arrojaron ladrillos, lo que provocó que varios agentes resultaran heridos.
En paralelo, el Departamento de Derechos Humanos de Minnesota y el FBI han continuado la investigación a la organización de Policía para identificar otros casos de abuso y racismo por parte de los oficiales.
A lo largo de los años, el departamento policial de la ciudad de Minneapolis ha sido señalado por acusaciones de brutalidad, represión y racismo en contra de minorías.
“(Los oficiales) no se sienten apreciados”, comentó Mylan Masson, un agente retirado de Minneapolis y experto en uso de la fuerza. “Todo el mundo odia a la Policía en este momento. Me refiero a todos”.
Por su parte, Henry Halvorson, subjefe de la división, indicó a los supervisores que, desde inicios de junio, varios elementos abandonaron la organización sin haber presentado los documentos requeridos, lo cual hacía difícil especificar quiénes se encontraban todavía en labores y quienes no.
No obstante, John Elder, portavoz de la Policía de Minneapolis, minimizó las referidas salidas.
“No hay nada que nos haga creer que en este momento los números son tan grandes que será problemático”, enunció. “Las personas buscan dejar el empleo por una miríada de razones: el departamento de las fuerzas de seguridad no es una excepción”.