La prevalencia de obesidad y diabetes tipo 2 en niños es muy alta y ha estado incrementando. Podemos ver que cuando la familia tiene problemas de obesidad y sobrepeso, los niños sufren de esto con mucho más frecuencia. Este tema me interesa mucho porque yo trabajo con niños y aparte soy mamá de una niña de 3 años y veo muy directamente como la alimentación y el estilo de vida cambia drásticamente el desarrollo de los niños en todos los aspectos físicos, psicológicos, emocionales, etc.
En los ochentas se hizo un estudio llamado Bogalusa, donde se hacían autopsias de personas muertas de edades entre 3 años a 26 años. Los depósitos de grasa en las arterias, que es la primera etapa de enfermedad aterosclerótica, fueron encontrados en 100% de niños de 10 años y se encontró que el factor de riesgo más grande fue el colesterol.
Según J.P Strong en su artículo de “The pediatric aspects of atherosclerosis¨ (Los aspectos pediátricos de la aterosclerosis) sugiere que la prevención primaria en los últimos años de adolescencia ayudan a aminorar las etapas de aterosclerosis y prevenir o retrasar la progresión de lesiones cardiacas avanzadas. La exposición de altas concentraciones de colesterol sérico (colesterol en sangre), en cualquier etapa de la vida puede acelerar el desarrollo de aterosclerosis, por esto se puede explicar porque la diabetes y el infarto al miocardio siguen siendo las primeras 2 causas de muerte en México según la CONARPA y el infarto sigue siendo la primera causa mundial de muertes según la OMS y los rangos de edades cada vez son menores.
Pero, ¿Qué es la prevención primaria? Son acciones dirigidas para reducir o evitar la presencia de enfermedades relacionadas a los malos hábitos alimenticios y estilo de vida. Tenemos que dar mucho más importancia en como educamos en la alimentación a nuestros niños. No me refiero a que les den puras cosas orgánicas o nutritivas y que no disfruten de la comida no tan nutritiva de vez en cuando, sino que los eduquemos de una manera en la cual disfruten los alimentos nutritivos.
Tengan muy presente que las enfermedades metabólicas causadas por una mala alimentación no solo vienen de las grasas saturadas, trans, etc. Los carbohidratos simples hacen el mismo efecto que las grasas si son consumidas en exceso, y nuestros niños siguen expuestos a muchos de estos alimentos muy densos en azucares como el jarabe de maíz de alta fructosa. Este es considerado el factor más importante para la elevación de obesidad y diabetes en los niños.
El primer paso que debemos de tomar para que esto suceda es que nosotros, los adultos ya sea papás, maestros, tíos, abuelos y cualquier persona que esté en contacto diario con los niños tienen que poner el ejemplo. Si como papás o como familia hay buenos hábitos de alimentación, optan por convivir haciendo algún tipo de actividad recreativa y tienen una buena educación en la alimentación, los niños eso es lo que van a aprender. Es decir, si ustedes no comen verduras no esperen que sus hijos se coman el brócoli que les pusieron en el plato. Si optan siempre por tomar las escaleras eléctricas, el elevador, estacionarse cerquita de los lugares para no caminar, los niños eso es lo que van a hacer también.
Acuérdense que todas nuestras acciones cuentan cuando alguien nos está observando y somos su ejemplo, es nuestra obligación darles las mejores herramientas que conozcamos, y la alimentación es algo básico.