En vísperas de la celebración de Halloween, el Observatorio Espacial Europeo (ESO) ha fotografiado lo que queda después de la muerte explosiva de una estrella masiva, en este caso una que había explotado hace 11,000 años.
A este fenómeno se le conoce como “supernova“, lo que ocasiona la formación de una nebulosa de gas colorida y materia estelar que queda en el espacio.
“Para mí, esta apariencia fantasmal es muy poética, porque literalmente estamos viendo los restos de una estrella desaparecida hace mucho tiempo“, menciona Juan Carlos Muñoz, el portavoz de ESO.
En la imagen se puede apreciar que es lo que queda después del fallecimiento de una estrella: un entorno lleno de color.