Sinergía en la reactivación económica

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Es claro el panorama económico que no solo México, sino el mundo entero está viviendo. Innumerables negocios han tenido que cerrar sus puertas por la imposibilidad de mantener los gastos fijos de sus empresas. El desentendimiento de empatía de los dueños de los locales en condonar rentas en apoyo e impulso a los pequeños negocios, quienes brindan empleo y estabilidad económica al país y un gobierno federal que ha dado la espalda al apoyo de las PyMes, quienes más necesitan de ese brazo de estabilidad en estos momentos de crisis, han tenido repercusiones impresionantes en el rubro económico.

Si bien es cierto, que al tercer trimestre de 2020 la economía refleja que podría estar en la senda de recuperación, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) mencionó que, si no se logra contener la pandemia no habrá confianza para mantener este ritmo de reactivación económica. Así mismo, el INEGI mostró que el país efectivamente está en gráficas de recuperación económica, en especial en el número de empleos que se han recuperado tras la tasa más grande de desempleo que se ha tenido registrada en el país, sin embargo, un posible rebrote trae consigo un panorama que empeora la situación y las proyecciones de crecimiento económico.

Ahora, es vital que el gobierno diseñe políticas públicas con perspectiva estratégica, con visión a futuro. Si bien, el Fondo Monetario Internacional (FMI) indica que los países afectados tardarán 2-3 años en recuperar la pérdida o el declive económico, así como el aumento en la desigualdad económica-social, causadas por el COVID19. El gobierno mexicano debe tener visión en el diseño de programas o acciones que garanticen la reactivación económica con un ritmo inevitablemente “lento pero constante“. Es clave que el liderazgo del gobierno sea empático y pueda garantizar unidad entre los diferentes actores, para lograr un desarrollo económico y un impulso de la economía nacional, salvaguardando las medidas de distanciamiento social, pero poco a poco generando la trillada “nueva normalidad” para comenzar a recuperar lo que se ha perdido en estos últimos meses.

Después, con base a la situación que se vive en Europa y Estados Unidos, así como en México en los últimos días… de un rebrote significativo en el número de casos de personas contagiadas por el virus, el gobierno mexicano debe prever y no cometer el mismo error de “esperar” a que la tormenta llegue, así como lo hizo a principios de año al subestimar el virus del COVID19. Actuar de manera oportuna y evitar que este rebrote llegue a empeorar la situación actual es imperativo. Es clave que el gobierno mexicano actúe y fortalezca las medidas de distanciamiento social y accione en pro de la salud, sin embargo, pensando y actuando de manera empática en la situación económica que se está enfrentando, tomando un liderazgo político y social en todos los sentidos, sumando a la reactivación a todos los actores de la cadena productiva para trabajar de manera integral ¿suena complicado, cierto?, como anteponer la economía, antes de la salud, o viceversa. 

En este sentido, la cadena productiva se conforma por proveedores, productores, transformadores, distribuidores y al final, el consumidor. En México al parecer, hace falta empatía en esta cadena; es decir, nadie quiere aportar, ni sacrificar un poco para lograr la reactivación económica. La mayoría de la gente espera que “papá gobierno” solucione todo y al ser una pandemia mundial, algo inesperado y nuevo, sin precedente alguno que pueda darnos ese respiro y esperanza de una fecha estimada de recuperación económica y social… estamos buscando en cómo lograr esa recuperación lo antes posible y a costa de que el único afectado, sea el cliente final. Si bien es cierto que, el gobierno debe tomar una postura de apoyo y estímulo fiscal hacia los negocios, la parte de la iniciativa privada debe tomar en cuenta que el gobierno tiene gastos primordiales, como lo es la salud; entonces de manera empática y con sinergia, se debe colaborar para que tanto gobierno (Nacional, Estatal y Municipal) aporte su granito de arena, pero también las empresas y PyMes, deben trabajar en conjunto para lograr una reactivación económica integral en la cual se beneficie el cliente, la propia PyME y la economía en general vaya tomando fuerza y vaya recuperando los miles de empleos que se han perdido, así como el porcentaje tan elevado de millones de mexicanos que pasaron de pobreza a pobreza extrema, debido a la situación actual. 

Por otro lado, el FMI publicó una mejora del 8.1% sobre la contracción económica esperada a este año; es decir, la reactivación económica si tiene un efecto positivo en la economía mundial, en la generación de empleo, en el impulso de pequeños y medianos negocios. La reactivación económica depende del control que el gobierno llegue a tener sobre el esparcimiento del virus; por ello no hay que aflojar en las medidas de distanciamiento social, ni las medidas de salud. Sin embargo, reitero, hay que trabajar de manera integral, iniciativa privada y gobierno, tomando en cuenta y salvaguardando la salud tanto social, como económica de nuestros clientes. Si al cliente no le garantizas bienestar y tranquilidad de que se estás llevando a cabo todas las medidas de salud, no te va a comprar. Y aunado a esto, si buscas la reactivación económica oportuna y de manera rápida; sin ofrecer algún tipo de descuento o apoyo hacia el cliente, tampoco te va a consumir. Hay que tener en cuenta que la pandemia afectó a todas las carteras (gobierno, empresas y cliente final), de manera conjunta debemos colaborar para contribuir a una reactivación económica más rápida y eficaz que traigan consigo beneficios económicos y sociales a nuestro país.

Por consiguiente, el Banco de México (Banxico) enfatizó hace unos días que el Paquete Fiscal de México para el 2021 comprometerá el crecimiento potencial de la economía nacional. En este sentido, afirma que la asignación de recursos y la rentabilidad social de los proyectos que se desean financiar representa un riesgo para la economía. Así mismo, mencionan la necesidad de considerar una reorientación del gasto gubernamental y fortalecer los ingresos públicos de una manera empática y constante. En este sentido, considero que la falta de estímulos fiscales en apoyo a las PyMes garantiza un ambiente desfavorable para el crecimiento económico y la tasa de empleabilidad. Sin embargo, como emprendedores y empresarios no debemos esperar a que el gobierno haga todo, debemos dar ese primer paso de empatía y ser considerados con el cliente, buscando su salud física y económica. ¿Cómo? sacrificando un poco del porcentaje de la utilidad, pero garantizando una fidelidad de un cliente que te va a consumir constantemente al recordar que sacrificaste un poco para lograr esta reactivación social y económica durante tiempos difíciles. Y aunque parezca paradójico… “A veces es necesario perder para ganar“.

Finalmente, el tema de un posible re encierro podría ser fatídico para el sector económico del país. Es imperativo que el gobierno controle de manera efectiva y eficiente la pandemia y estimule fiscalmente a los negocios y empresas, para evitar una caída y una pérdida económica que comprometa al país a un declive y una recuperación que pueda llegar a tardar más de 10 años (Banxico, 2020). Y en este sentido, como empresas seguir esta cadena de valor, pensando no en el beneficio propio, al contrario, en el beneficio de todos. Pensar en mantener la nómina, aunque sea con menos sueldo garantizas la estabilidad económica de las familias mexicanas. Pensar en mantener los ingresos de la renta, aunque sea con un 50% de condonación, garantizas flujo y estabilidad a familias mexicanas. Todos somos mexicanos y es hoy, cuando debemos de actuar en equipo, siempre con sinergia y empatía, buscando el bien económico y social de todos. No debemos de esperar a un terremoto, o una pandemia para ser empáticos, debemos de apoyarnos e impulsarnos entre nosotros mismos día con día, ya que, si no trabajamos juntos y nos apoyamos como mexicanos, nadie más lo vendrá a hacer.