En una temporada en que los destapes están a la orden del día, las coaliciones se siguen definiendo y los partidos definen candidatos, también hay otras opciones que buscan ponerse en el radar político local.
El reto sigue siendo invitar a los jóvenes a votar y si bien, siempre han formado parte de movimientos sociales y políticos, los partidos sistemáticamente han relegado a los jóvenes en sus mítines al no ser parte del electorado meta. Asimismo, los movimientos juveniles de los partidos generan políticos jóvenes que hablan, actúan y se comportan como sus jefes de mayor edad.
Kumamoto y su movimiento en Jalisco inspiraron a muchas y muchos de que era posible combatir las maquinarias electorales de los partidos. La elección pasada se tuvo a Alejandra del Toro, candidata a diputada local por el distrito 6 de Monterrey, logrando alrededor 4000 votos, con poco o nada de presupuesto, fichas comparado a lo que operó el PAN para ganar ese distrito.
Ahora para 2021, en esta susodicha vía independiente algunas figuras empiezan a recabar a firmas, entre ellos está Futuro Florece, una A.C que continúa el proceso de cambio detonado por Alejandra, ahora buscando impulsar 4 jóvenes a diputaciones locales y una federal. Con ellos traen temas como el concepto moderno de ciudad y una sociedad de derechos. Discusiones poco abordadas frente al discurso individualista y que vale la pena introducir en el debate local.
Hay que escucharlos, analizar sus propuestas y definir si se coincide o no con ellas y ellos en su visión política y social (primero revisar que estamos en el distrito donde compiten, claro está), pero sobre todo, valorarlos como opciones viables para buscar que sean punta de lanza de incidencia política de calidad y de derechos, algo que los partidos de siempre no traen en su agenda.
Lo dicho, dicho está.